Pomatta demanda a Mutua Madrileña por destituirle como presidente

Su mandato desde junio de 2002 fue atípico, tumultuoso y de gran impacto mediático. Su relevo también promete ser sonoro. Ignacio Garralda (Madrid, 1951), presidente de Mutua Madrileña, la cuarta compañía de seguros coches de España, recibió hace unos días una demanda mercantil de su antecesor, José María Ramírez Pomatta (Madrid, 1943), por haberle destituido.

El acuerdo que el ex presidente (abogado experto en asuntos mercantiles) quiere revocar es el que tomó el consejo de administración de Mutua por unanimidad de los 14 miembros, con la única ausencia de Pomatta.

El consejo, nombrado por Pomatta, decidió el cese por unanimidad

Según el comunicado oficial de aquella fecha, el nombramiento de Garralda "se produce tras la prolongada baja por enfermedad de Ramírez Pomatta y ante la previsible duración de su convalecencia, después de que el consejo haya constatado las dificultades físicas del hasta ahora presidente para ejercer con normalidad sus obligaciones diarias".

Es decir, la aseguradora consultó al equipo médico que estaba preparando a principios de año una grave intervención quirúrgica a Pomatta tras la cual el postoperatorio sería forzosamente largo. El consejo también aludía a las ausencias anteriores del expresidente, algo notorio dentro de la empresa.

Un portavoz de Mutua Madrileña comentó ayer que la empresa tiene "constancia de que el anterior presidente ha presentado en los tribunales mercantiles una demanda de impugnación" contra el acuerdo del consejo. Añadió que "Mutua tiene el máximo respeto por la delicada situación que está atravesando Ramírez Pomatta". En el despacho de José María Ramírez Pomatta también se confirmó la presentación del escrito y que "la recuperación del abogado es buena".

Según algunos empleados de Mutua el presidente no acudió con regularidad a su despacho "durante buena parte del pasado año y los primeros meses del actual. Al ser una presidencia muy personalista, sus ausencias frenaban la marcha de la empresa", comentan fuentes internas. De hecho, no ha asistido a ningún consejo desde que dejó la presidencia. El último acto público en el que se vio a Ramírez Pomatta fue el pasado 19 de diciembre cuando entregó un premio al Rey dotado con 750.000 euros, lo que le convierte en el de mayor cuantía. El ex presidente apareció visiblemente desmejorado.

En el mercado asegurador se siguen con atención los acontecimientos por la relevancia de la compañía y se recuerda que la mayor parte de los consejeros han sido nombrados por el propio Pomatta.

El relevo del ex presidente se hizo en dos pasos. El primero fue el 14 de enero, cuando el consejo acordó que el vicepresidente primero, Carlos Martínez Pérez, sustituyese, "por razones de salud", a Pomatta, siguiendo lo marcado en los estatutos. Ante la avanzada edad de Martínez, que ha superado los setenta años, el consejo escogió a Garralda.

En sus alegaciones en la demanda, Pomatta resalta la buena situación de la empresa, destaca su gestión y corrobora sus afirmaciones con los premios concedidos a la Mutua.

No obstante, Mutua Madrileña ha logrado buena parte de sus beneficios por las plusvalías bursátiles en los últimos ejercicios. Con la caída de la Bolsa, la situación se ha hecho más complicada. Así, cerró 2007 con unos beneficios de 426 millones de euros, lo que supone un descenso del 26,8% respecto al año anterior por la falta de ingresos extraordinarios. Además, Garralda comentó ante los medios que los ingresos por primas sólo subieron un 1,3%, el menor crecimiento de los últimos años. Pese a las críticas de los actuales gestores sobre la gestión de Pomatta, no ha trascendido que ninguno le hiciera objeciones durante su mandato.