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Huguet se alinea con Puigcercós

El secretario general de ERC y Carod evitan saludarse en un acto institucional

Las grietas se ensanchan en Esquerra (ERC). Josep Lluís Carod Rovira, presidente del partido, lanzó el martes un ataque en toda regla a Joan Puigcercós, su secretario general, al acusarle de querer arrebatarle el liderazgo del partido y frivolizar con la política.

Y ayer mismo ya hubo una consecuencia. Josep Huguet, consejero de Innovación, Universidades y Empresa, se pronunció en favor de Puigcercós. "Carod es un gran comunicador e ideólogo y ya ha sido tres veces candidato", declaró a la emisora RAC 1. "Nadie le cuestiona ni como presidente del partido ni como ideólogo, pero

hay que dar paso a gente nueva, y no pasa nada si lo hacemos con tranquilidad".

Montilla dice que Carod podría salir del Gobierno si perdiese el congreso

Las declaraciones de Huguet, un peso pesado y el consejero de Esquerra más antiguo del tripartito, causaron impacto en el partido independentista. Huguet rompió la veda, pero de momento, al menos en público, nadie le siguió. Paralelamente, Puigcercós, en el Palau de la Generalitat, pedía "calma" dentro de su partido para evitar la escalada de declaraciones iniciada con Carod, a quien evitó contestar para no entrar en descalificaciones personales.

Pero la tensión se eleva por momentos. Hay escenas que hablan por sí solas. Ayer por la mañana, Jordi Ausàs tomó posesión de su cargo como nuevo consejero de Gobernación en sustitución de Puigcercós, que dimitió el lunes tras el desplome electoral. Y allí coincidieron Carod y Puigcercós, que se negaron el saludo. Tras el acto, el secretario general mantuvo una charla informal de varios minutos con los periodistas mientras Carod seguía la escena de reojo. El presidente del partido se negó a ahondar en la polémica. Más tarde, en la comida de despedida de Joan Ridao, que se va al Congreso, Puigercós buscó a Carod para brindar con cava ante las cámaras para escenificar la paz.

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La pregunta del millón es si Esquerra será capaz de aguantar sin inmolarse los tres meses que quedan hasta el congreso en el que se que dirimirá su liderazgo. Las fechas ya están señaladas con círculos rojos: el día 8 de junio, los militantes están llamados a las urnas para votar al presidente y el secretario general. Teóricamente, quien sea elegido presidente será el próximo candidato a las elecciones autonómicas de 2010. Y el día 15 se decidirá la estrategia y la línea de actuación del partido. El presidente de la Generalitat, José Montilla, admitió ayer que, en función de los resultados, Carod podría verse forzado a salir del Gobierno.

Puigcercós tiene ahora el objetivo de hacer una labor "pedagógica" entre la militancia para explicar el trabajo que realizan los consejeros del tripartito. Con un partido de cariz asambleario y nada dogmático, colaboradores de Puigcercós señalaron, además, que lo que necesita ya la formación es alguien que "defienda a los que van con chófer" ante la incomprensión de parte de la militancia hacia el hecho de que sus dirigentes tengan cargos públicos.

La realidad es que varios de los pesos pesados del partido coincidían ayer en que ERC sufre un problema de liderazgo al quedar descabezada. Sin embargo, cuadros medios temen que el espectáculo que ha dado el partido pueda repercutir en las próximas citas electorales tras la pérdida de 350.000 votos.

Próximo a Puigcercós, Joan Tardà, diputado electo por Barcelona, aseguraba que Esquerra ha logrado en los últimos años que el independentismo ya no sea criminalizado y advertía de que no debe volver más a las trincheras. "Hay que hacer entender a la militancia", dijo a Catalunya Ràdio, "que tenemos que ser un partido de poder, pero también un partido de combate. Y ERC siempre lo será porque en su ADN tiene un componente independentista, republicano y antimonárquico".

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