Camps se moviliza ya contra Zapatero

Ni cien días de gracia, ni un segundo. El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, se puso ayer mismo en marcha contra el futuro presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. La segunda cohabitación entre el Gobierno valenciano y el central seguirá la misma senda de estos últimos cuatro años. Y con los mismos argumentos de la última legislatura.

El PP saldrá a la calle para exigir mejor financiación al Gobierno

Rodríguez Zapatero reconoció ayer la victoria del PP "con claridad" en la Comunidad Valenciana e interpretó los resultados como un mensaje de los ciudadanos a los socialistas. "Lo que han dicho los ciudadanos es que tenemos que volcar más esfuerzo, trabajar más y mejor para poder ganar al PP, que, por supuesto, es nuestro objetivo", recalcó Rodríguez Zapatero.

Camps no tardó en responder y ya anticipó que no piensa moverse ni un ápice de las reivindicaciones al Gobierno socialista que abandera desde hace ya cuatro años: agua, infraestructuras, seguridad ciudadana y financiación. Y tampoco se pronunció a favor de recuperar los consensos con el PSOE en cuestiones de Estado, tal y como habían afirmado distintos candidatos del PP en campaña.

De hecho, Camps ordenó a su partido, apenas 12 horas después de los comicios, que ponga en marcha una campaña de recogida de firmas para "reivindicar que somos un millón [de habitantes] más y que reclamamos financiación acorde con el incremento de la población". "En ese papel se dirá que ese dinero irá a sanidad, educación y dependencia y quien se oponga estará oponiéndose a las políticas sociales". La iniciativa lanzada por Camps supone llevar la presión a la calle en vez de intentar solucionar el déficit de financiación autonómica en las mesas de negociación establecidas entre Gobierno y las comunidades autónomas.

La vicepresidenta en funciones del Gobierno y diputada por Valencia, María Teresa Fernández de la Vega, ofreció en Valencia "diálogo y cooperación" a la Generalitat para resolver los problemas de los valencianos. "Espero lealtad y voluntad de cooperar con todas las instituciones públicas", sentenció De la Vega, consciente de que Generalitat, diputaciones y los principales Ayuntamientos valencianos están en manos del PP. La vicepresidenta del Gobierno recalcó que piensa cumplir con todos sus compromisos electorales "y con todos los nuevos" que ha adquirido en campaña. En materia de financiación autonómica, De la Vega ha avanzado durante la campaña que en la legislatura que ahora se inicia se revisará el sistema de financiación autonómica. Esta revisión, según la vicepresidenta, tendrá en cuenta el criterio de población que reclama el PP.

El Gobierno socialista quiere en esta nueva etapa enmendar algunos de los errores cometidos, restando al PP argumentos para construir un discurso victimista e incrementar la visibilidad de la gestión socialista.

Camps recalcó que seguirá pidiendo el trasvase del Ebro, que la vicepresidenta del Gobierno ha dicho por activa y por pasiva que no se hará, ya que la política del Gobierno pasa por la desalación. Sistema que, junto al ahorro en la gestión, ha permitido disponer de una cantidad de agua similar a la prevista en el trasvase del Ebro. "Desde el primer día y hasta el último voy a estar batallando, desde el Gobierno y desde el Parlamento, por y para todos los valencianos dejando de lado los intereses partidistas", subrayó De la Vega, que ayer compareció en la sede del PSPV.En esta cohabitación entre populares y socialistas que se mantiene tras los resultados electorales, la vicepresidenta del Gobierno anunció que su presencia en la Comunidad Valenciana tendrá continuidad. "Voy a trabajar con el mismo tesón con que he trabajado en campaña", advirtió la número dos del Gobierno socialista.

Para el presidente de la Generalitat y líder de los populares valencianos, Francisco Camps, los resultados obtenidos por el PSOE el pasado domingo en la Comunidad Valenciana demuestran que los socialistas valencianos tienen todavía "un partido descabezado y desmotivado". "El Gobierno socialista ha pilotado la campaña y ha sido un nuevo fracaso", sentenció Camps, que se quejó de no tener una oposición sólida con la que llegar a acuerdos.

De la Vega aseguró que los resultados obtenidos son un buen punto de partida para recuperar la confianza de los ciudadanos. En este contexto, el Gobierno socialista intenta acallar las críticas del PP por falta de seguridad ciudadana y falta de inversión en el AVE. Según el Ejecutivo socialista, se han destinado a la Comunidad Valenciana 2.600 agentes nuevos -entre Policía Nacional y Guardia Civil- y el compromiso es que el AVE llegue a Valencia en 2010. El Consell exige que las tres capitales se conecten con AVE a la vez.

El presidente de la gestora del PSPV, Joan Lerma, echó en cara al PP que no asuma sus responsabilidades en las materias que son de su competencia, como los referidos a la educación, la inmigración, la política de becas o la sanidad, afirmando que el Consell "es de las últimas de España en cuanto a gasto sanitario" y exigió mayor compromiso en educación.