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ELECCIONES 2008 | Los partidos

El PNV abre una "reflexión estructural"

Urkullu asume que los resultados no son los apetecidos, pero "resistimos"

El presidente del PNV, Íñigo Urkullu, anunció anoche que la dirección del partido va a abrir desde hoy mismo una "reflexión serena" y "seria" ante los resultados cosechados el 9-M, muy lejanos de los que el partido hubiera deseado. La reflexión en la que piensa Urkullu es de carácter "estructural", para saber exactamente por "dónde se mueve la sociedad vasca". Así, quiere frenar las sucesivas pérdidas de votantes que han sufrido en las tres últimas contiendas electorales. El PNV cedió ayer al PSE-EE el primer puesto en Euskadi, partido que le saca mas de 120.000 votos y le supera en escaños como en las generales de 1993. Urkullu no aclaró si esa reflexión estructural alcanzará tambien a la hoja de ruta del lehendakari.

El máximo dirigente peneuvista recalcó que, pese a la bipolarización, el PNV "ha resistido". Urkullu compareció sobre las 22.35 en Sabin Etxea, tras haber felicitado telefónicamente al candidato presidencial socialista por su victoria. Y tendió de nuevo la mano a José Luis Rodríguez Zapatero para solucionar el "problema político" vasco. "Le he mostrado mi disposicion para abordar de una manera definitiva el problema político que afecta a la sociedad vasca", dijo. A juicio de Urkullu, se abre una "oportunidad histórica" para cerrarlo de forma definitiva.

La primera palabra que pronunció el PNV en la noche electoral fue "resistimos" frente a la bipolarización entre PSOE y PP. A las 21.41, su portavoz en el Congreso, Josu Erkoreka, ofreció en la sede de Sabin Etxea un análisis de urgencia mientras la Ejecutiva, allí reunida, seguía el imparable ascenso del PSE-EE en el escrutinio oficial. Apenas sin militantes, sin ninguna fiesta que celebrar ante el triunfo arrollador de los socialistas, Erkoreka simplemente pudo decir: "Aguantamos el tipo, de alguna manera", pese a la "feroz bipolarización de esta campaña electoral". A las once de la noche, los militantes escucharon las palabras de su líder y lentamente se disolvieron con indisimulables caras largas.

El PNV tenía como objetivo formar un grupo vasco fuerte para condicionar la política del Gobierno central. Tendrá grupo propio, pero debilitado al perder un escaño.

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