Desarrollo sostenible

Como alumnos y profesor de 2º de Bachillerato, trabajamos bastante a menudo con conceptos como "desarrollo sostenible", "recursos renovables", "consumo responsable" y otros por el estilo. En los últimos días hemos asistido a un gran despilfarro de recursos por parte de aquellos que serán nuestros representantes los próximos cuatro años.

Podríamos poner muchos ejemplos; nos centraremos en uno concreto: recibimos en nuestros hogares (millones en todo el país) muchísimas cartas con propaganda electoral, cada una con varios sobres, folletos publicitarios y papeletas, esas mismas que se pueden encontrar en los propios colegios electorales, desperdiciándose entonces en cantidades desorbitadas.

Para producir una tonelada de papel se necesitan más de 5.000 kg. de madera procedente de bosques o plantaciones cada vez más degradados, hasta 200.000 litros de agua -tan valiosa siempre y más en tiempos de sequía- y aproximadamente 7.000 kw/h de energía eléctrica, producida en un alto porcentaje a partir de combustibles fósiles, en procesos que contribuyen al cambio climático. Además, se generan muchos otros impactos: producción de aguas residuales que hay que depurar, emisión de gases que contaminan la atmósfera (como H2S o CO2, este último gas de efecto invernadero, entre otros), otros residuos sólidos que hay que recoger y tratar, etcétera.

Esos conceptos que mencionábamos anteriormente aparecen reflejados en los programas electorales de los mismos partidos políticos que hacen un uso poco responsable de los recursos, naturales y económicos: ¿con qué dinero se paga todo esto? Demandamos más responsabilidad y más coherencia.