El PP refuerza su ventaja

No se cumplió el vaticinio de Esperanza Aguirre en la noche electoral del pasado 27 de mayo -"Los madrileños hemos anticipado el triunfo de las generales. Zapatero hará las maletas"-, pero la presidenta de la Comunidad de Madrid podrá decir que ha ganado unas elecciones a las que no se ha presentado.

La Comunidad de Madrid, con una participación del 80,84% de los ciudadanos con derecho a voto, demostró ayer que es incuestionablemente de derechas al entregar el 49,34% de sus sufragios al PP, que logró un escaño más que hace cuatro años. Fue aún mayor que la de 2004, cuando dos días después de que la capital sufriera el mayor atentado terrorista de su historia, con 191 muertos, Madrid acudió masivamente a votar y alcanzó una participación del 78,93%.

Tanto el PSOE como IU perdieron un diputado cada uno, mientras que UPyD consigue un escaño para Rosa Díez. Y todo ello tras una campaña electoral marcada por el enfrentamiento a cara de perro entre los dos máximos mandatarios de la región, el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Pese a ello, el PP, partido en el que ambos militan, ha sabido reforzar su representación con más de cuatro puntos más que en 2004. Los socialistas han llegado al 39,45%.

El peso de la capital, que representa el 52,1% de los votos de la región, ha sido decisivo para que la derecha mejorara sus resultados. La exclusión de Gallardón de las listas no ha tenido consecuencias en el voto del PP, lo que refuerza el papel de su rival, Aguirre. En la ciudad, el PP ha subido tres puntos, con el 50,65% de los votos, respecto a la convocatoria anterior. La escasa presencia de los líderes socialistas en la ciudad ha hecho bajar al PSOE más de tres puntos, hasta el 38,06%, respecto a los resultados de 2004. IU ha seguido la senda descendente y pierde 1,5 puntos.

Al Senado irán tres representantes del PP (el más votado, Pío García Escudero, con el 18,95%, Alejandro Muñoz Alonso y Rosa Vindel) y uno del PSOE, Enrique Cascallana. No serán las únicas consecuencias de los resultados electorales para la región. Gallardón se autoimpuso de plazo hasta estas elecciones para reflexionar sobre su futuro y en los próximos días dará a conocer su decisión, en función de lo que haga Rajoy. Al mismo tiempo, el refuerzo del PP es clave para Aguirre, presidenta regional del partido, y que se ha volcado en la campaña, con una agenda de mítines por el país similar a la de cualquier candidato. Mientras su eterno rival ha estado desaparecido, ella puede adjudicarse la victoria.