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La carrera hacia la Casa Blanca

McCain conquista la candidatura republicana y recibe el apoyo de Bush

Tras la retirada de Mike Huckabee, debe convencer a los más conservadores

Yolanda Monge

Estaba de un inmejorable buen humor ayer el presidente de Estados Unidos. En la escalinata de la Casa Blanca, mientras esperaba a John McCain para darle su apoyo, George Bush se marcó unos pasos de baile. Un poco de claqué. Algún ligero movimiento de cadera. Bromas con la prensa. Y muchas sonrisas. Se resolvió la incógnita y el resultado parece ser del agrado del actual inquilino del Despacho Oval. El Partido Republicano ya tiene candidato: el senador por Arizona John McCain, de 71 años, militar nacido en el canal de Panamá, es un héroe de guerra y con más de 20 años de política en el Congreso en su haber. "Es un hombre de gran coraje y fortaleza de carácter", comenzó Bush, antiguo contrincante que se enfrentó -y ganó- al senador en las primarias del año 2000. "Eso es lo que se necesita en un presidente, alguien que pueda enfrentarse a las decisiones difíciles y quien también tenga un gran corazón".

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McCain se mostraba ayer relajado y seguro en la Casa Blanca. Y a pesar de que el respaldo del hombre que representa ocho años de oscurantismo en la política norteamericana puede ser un flaco favor para el candidato, McCain consideró un orgullo "su apoyo" y resaltó "su gran servicio al país".

El retorno de McCain ha sido extraordinario. Hace ocho años vio barridas sus primeras esperanzas de alcanzar la Casa Blanca. Durante ocho largos meses, en este nuevo asalto al poder su campaña fue dada por muerta debido a luchas internas en su cuartel general y a una sangrante sequía financiera. Pero el senador por Arizona ganó con comodidad en el segundo supermartes de la temporada en Tejas, Ohio, Vermont y Rhode Island. En los cuatro Estados derrotó a su oponente, Mike Huckabee, que se retiraba de la carrera minutos después de que cerraran los colegios electorales. Y así se embolsó McCain los delegados necesarios para superar la cifra mágica de los 1.191.

Bajo un enorme cartel con ese mismo número y flanqueado por dos inmensas banderas estadounidenses, McCain se dirigió a sus seguidores tras su victoria en la noche del martes. "Amigos míos...". Palabras que McCain repite al comienzo de cada frase y que ya forman parte de los chistes e imitaciones del candidato. "Amigos míos"... "Ahora empieza la parte más importante de nuestra campaña, convencer a los americanos de que mi elección como presidente, dadas las alternativas presentadas por nuestros amigos en el otro partido, es lo mejor para los intereses del país que amamos", dijo McCain ante una excitada multitud en Dallas (Tejas). El candidato del Partido Republicano prometió que su plan consistiría en algo más que "otro pesado debate de falsas promesas, de palabras vacías o inservibles argumentos del pasado".

Pero el camino hacia la Casa Blanca no va a ser fácil para McCain. El hombre que fue sometido a tortura durante cinco largos años en una cárcel de Vietnam del Norte -lo que le dejó incapacitado para levantar los brazos más allá de 45 grados- debe primero ganarse la confianza y el apoyo de varios grupos de votantes de su partido que no acaban de fiarse de las credenciales de McCain, que consideran "muy liberales". Así, el mismo Huckabee hizo notar que la tercera parte de los sufragios emitidos en Tejas fueron para su persona, resaltando así la frustración que sienten tanto la base evangélica como la más conservadora.

Menor, pero no menos importante, las finanzas de la campaña del senador de Arizona no son precisamente boyantes. El apoyo ayer del presidente puede ser el inicio de mejores números bancarios, ya que no hay nadie mejor que George Bush para recaudar dinero, entre broma y broma, entre palmada y palmada en la espalda, los dólares le son entregados encantados entre sus acólitos.

Con 71 años, el candidato republicano no puede obviar el hecho de ser el hombre de más edad que ha optado al cargo de presidente de Estados Unidos. Su edad puede jugar en contra. Con más de siete décadas, McCain se enfrentará a un Partido Demócrata rebosante de energía y a punto de hacer historia con cualquiera de sus dos candidatos, ya sea por abrir la puerta de la Casa Blanca por primera vez a una mujer o a un negro.

El candidato republicano a la presidencia, John McCain, candidato republicano a la presidencia, ayer en la Casa Blanca.
El candidato republicano a la presidencia, John McCain, candidato republicano a la presidencia, ayer en la Casa Blanca.AFP

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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