Las confesiones reclaman igualdad
La libertad religiosa es papel mojado por los enormes privilegios de la Iglesia católica
La Iglesia católica recibe este año del Estado en torno 4.300 millones para financiar su imponente organización educativa, hospitalaria o de caridad. Además, Hacienda transfiere a la Conferencia Episcopal otros 153,01 millones para sueldos de obispos y sacerdotes (el 34% más que en 2006). Las otras confesiones, en cambio, han de repartirse 4,5 millones de euros con la condición de destinarlos a actuaciones que no tengan nada que ver con el culto o el clero. Sólo tienen derecho a ese dinero tres de las seis confesiones que han obtenido del Ministerio de Justicia la calificación de "notorio arraigo" -protestantes, musulmanes y judíos, pero no testigos de Jehová, mormones y budistas-. El resto no recibe nada. Todos se quejan del incumplimiento por el Estado de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa, de 1981.
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