La OPEP achaca los máximos del crudo a la mala gestión de Bush
La combinación de petróleo en máximos y desaceleración económica empieza a generar tensiones. La OPEP -la organización que agrupa a los mayores productores mun- diales de crudo- hizo gala ayer de su poder de mercado y decidió congelar la oferta en la cumbre de Viena. No hizo concesiones a pesar de que el barril se ha instalado por encima de la barrera de los 100 dólares. Y, de paso, lanzó una carga de profundidad contra la gestión económica del Gobierno de Bush, que esta misma semana ha acusado a la OPEP de contribuir con su pasividad al encarecimiento del crudo.
Los grandes países productores desafían las presiones de los grandes consumidores. George Bush aseguró el martes que es "un error" que EE UU, el principal consumidor de petróleo, "esté en plena desaceleración como resultado de los elevados precios de la energía". El presidente de turno de la OPEP, el argelino Chakib Jelil, replicó ayer con dureza que los altos precios no se deben a la falta de oferta de crudo, sino a la "mala gestión" de la economía estadounidense, responsable de "la crisis financiera, la devaluación del dólar y las especulaciones en el mercado".
Washington argumenta que un modesto incremento de la producción -añadir medio millón de barriles diarios a la producción actual, de 29,7 millones- ayudaría a calmar los precios y a limitar los daños sobre una economía en franca desaceleración. La OPEP, como es habitual, echó balones fuera y aseguró que los precios del petróleo se han visto apuntalados por factores que escapan totalmente a su control. "El mercado está bien abastecido", argumentó.
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