La calle de Atocha en el siglo XVI

El reciente hallazgo de un cuadro en un rincón umbrío del castillo de Manzanares el Real ha permitido, tras su restauración, averiguar cómo era hace más de cuatro siglos un escenario tan unido a Madrid como Atocha. "Nos brinda una información gráfica que creíamos perdida para siempre", señala Francisco José Marín Perellón, doctor en Historia, miembro del Instituto de Estudios Madrileño, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. "Es un documento excepcional que informa de un enclave del que el plano de Pedro Teixeira, dibujado en 1656, sólo insinuaba su traza".

La pintura, cubierta de veladuras y opacidades, ocultaba la representación de un acto sacro que se desarrolló en febrero de 1582 en la calle de Atocha, en las inmediaciones de la glorieta, junto a lo que hoy sería el Centro de Arte Reina Sofía, y que entonces albergaba un hospital precedente del de San Carlos, creado en 1754 y precursor, a su vez, del actual museo. La escena muestra un cortejo procesional junto a un portazgo que conducía al convento dominico y Camarín Real de la Virgen de Atocha -ante su imagen la familia real presenta sus vástagos desde hace tres siglos- y a Vallecas. Al fondo se alza el cerrillo de San Blas, desde 1804 sede del Observatorio Astronómico de Juan de Villanueva, al sur del Retiro.

Una cartela al pie del cuadro, pintado en 1643, indica que se trata de una procesión de la festividad de la Candelaria e informa de que el Hospital General se ha trasladado desde el de Santa Catalina -frente a las Cortes de hoy- hasta el edificio que allí se yergue. "El cuadro recuperado decoró uno de los muros del hospital de San Carlos", confirma la arquitecta Dolores Muñoz en su tesis sobre el edificio que hoy aloja el museo. La Diputación Provincial, precursora de la Comunidad, envió el cuadro al castillo y allí quedó hasta su rescate, dicen fuentes de la Consejería de Cultura y Turismo.