Un crimen entre olivos
Arena blanca, piedras manchadas de sangre, aceitunas y restos de huevos duros junto a un vehículo todoterreno aparcado. Los hermanos Cabello murieron de dos disparos mientras comían a mediodía del domingo para descansar de la recogida de la aceituna. Dos agentes de la investigación escarbaban ayer con rastrillos en la escena del crimen, en busca de pruebas.
Mientras, el pequeño municipio malagueño estaba consternado por las dos muertes y sus turbias circunstancias. El Ayuntamiento decretó un día de luto por el fallecimiento de los dos hermanos. Los resultados de la investigación que dirige la Guardia Civil, así como la conclusión de una autopsia exhaustiva, concretarán con exactitud los pasos que dieron los autores del crimen, y la implicación del hermano menor y su amigo en el suceso.
El alcalde, Antonio Vegas, pidió a los vecinos "tranquilidad" tras la inquietud generada entre los vecinos, que ayer propagaban rumores inverosímiles. Mientras, los investigadores consideran el caso resuelto por la presunta participación de los dos detenidos.
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