Rajoy logra prometer lo mismo sobre el agua en Murcia y en Aragón
El candidato del PP asegura que Zapatero "es un peligro para los bolsillos"
Cada día habla más bajito. Con ello, Mariano Rajoy evita forzar la voz, que ya parece muy cascada, y también logra crear un ambiente de complicidad en los mítines. Pero se le nota cada vez más cansado, más repetitivo en sus ideas —sobre todo en la inexcusable parodia de "lo de Gabilondo"— y menos preocupado por el discurso mitinero, que por el verdadero eje de su campaña: el debate del lunes. Sin embargo, ayer, acompañado de su mujer y de Gabriel Elorriaga, hombre de su máxima confianza protagonista por unas polémicas declaraciones al Financial Times —señalaba que el PP busca la abstención de los socialistas, aunque luego lo desmintió——, Rajoy sacó fuerzas de flaqueza en Zaragoza para hablar, por segunda vez en 48 horas, del agua.
"Garantizaré el caudal ecológico, y el agua que sobre, para los demás"
El candidato eludió una vez más la palabra tabú en Aragón: trasvase
Rajoy logró lo que parecía la cuadratura del círculo hace sólo unas semanas: decir prácticamente lo mismo sobre este asunto en Zaragoza que en Murcia o Alicante, donde estuvo el jueves. Y el pacto es simple aunque muy delicado. La palabra trasvase no se puede pronunciar. Y para contentar a todos, se compromete a hacer primero todas las obras hidráulicas necesarias en Aragón —las enumeró una a una, incluso embalses mínimos, por si había dudas— y luego, si sobra agua, se lleva a donde hace falta, a Murcia y Alicante.
¿Cómo? Es evidente que con un trasvase, pero esa palabra es tabú en Aragón, así que se quita en el discurso de Murcia y en el de Zaragoza, y resuelto. Lo que no se explica son los tiempos. Porque las obras en Aragón son complejas, y si hay que esperar a que acaben para empezar el trasvase pueden pasar muchos años. Mariano Rajoy lo explicó así: "Me comprometo a terminar con el bloqueo y paralización a la que los socialistas ha sometido al pacto del agua en Aragón. En especial, al recrecimiento del embalse de Yesa. Garantizaré el caudal ecológico y el agua que sobre, la que se tira al mar, con ella ayudaremos a los demás, porque todos somos españoles". Pese a la polémica que esta última idea de repartir el agua genera en Aragón, esta frase recibió el aplauso entusiasta de unas 6.500 personas en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza. Ya casi en volandas, cerró la faena: "A mis 52 tacos ya me puedo permitir el lujo de decir lo que pienso en todos los lugares de España". Y lo cierto es que la fórmula de equilibrio era casi idéntica a la que usó en Alicante.
Pero no sólo hubo agua ayer. También mucha economía, uno de los asuntos estrella de la campaña popular. "Zapatero ha conseguido que los precios suban hasta en las rebajas. Ha conseguido que la cuesta de enero se prolongue hasta diciembre. Cuatro años más de Zapatero en materia económica es jugar a la ruleta rusa. Es un peligro para los bolsillos", sentenció Rajoy. Enseguida reivindicó lo que hizo en el debate, hablar de cosas entendibles y no de grandes cifras: "Ellos están en lo evanescente, en lo vacuo, pero no en el precio del pollo, la carne o la leche o lo que han subido las hipotecas".
Las frases de Rajoy
- "Zapatero ha conseguido que los precios suban hasta en las rebajas, que la cuesta de enero se prolongue hasta diciembre. Cuatro años más de Zapatero en materia económica es jugar a la ruleta rusa. Ellos están en lo evanescente, pero no en el precio del pollo".
- "A mis 52 tacos ya me puedo permitir el lujo de decir lo que pienso en todos los lugares de España".
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