El atracador histriónico
Dos expertos afirman que El Solitario es un paranoico pero sabe lo que hace
Jaime Giménez Arbe, El Solitario, tiene un trastorno de la personalidad de tipo mixto que se manifiesta en una conducta de tipo "disolutiva", "histriónica" y "paranoide". Pero eso no le afecta ni ahora ni en el pasado a sus facultades volitivas e intelectuales. Así lo dicen los psiquiatras Manuel Cuesta e Iñaki Pladini en un informe entregado al juez de Tudela (Navarra) que instruye el sumario relativo a la muerte de dos guardias civiles, ametrallados el 9 de junio de 2004 en Castejón.
El Solitario fue trasladado hace un mes desde la prisión de Zuera (Zaragoza) al Palacio de Justicia de Pamplona, donde fue sometido durante dos días a diversas pruebas psiquiátricas. A lo largo de esas sesiones, el famoso atracador, que fue detenido en julio del año pasado en Figueira da Foz (Portugal), estuvo "tranquilo, colaborador y educado", según informaron en su día fuentes judiciales de Navarra.
Los psiquiatras dicen que sólo sufre un trastorno de personalidad
Los psiquiatras ya han enviado un informe de nueve folios en el que exponen sus opiniones al juez de Tudela que investiga la presunta implicación de Giménez Arbe en la muerte de los guardias Juan Antonio Palmero y José Antonio Vidal. Pero las fuentes informantes se han limitado a explicar que la conclusión es que Giménez sufre un trastorno de personalidad que no invalida su capacidad intelectual ni su voluntad.
Los facultativos llegan a esta conclusión tras las largas entrevistas que mantuvieron con El Solitario en las que éste les contó cómo en su juventud, en torno al año 1976, estuvo dos años en Suecia y cómo allí se casó con una finlandesa. Durante esa etapa de su vida, según narró él mismo, se ganaba la vida tocando música en la vía pública y eso propició que tuviera algunos romances con chicas a las que les resultó atractivo.
En esa misma época fue detenido y encarcelado durante seis meses en Suecia por tráfico de narcóticos. En la prisión conoció a anarquistas corsos y otros reclusos vinculados a los movimientos anticapitalistas. Eso le influyó para más tarde cometer atracos a bancos, aunque en la terminología de él eran en realidad "expropiaciones" que formaban parte de su lucha política.
Más tarde se casó con una profesora británica y, ya en España, se ganó la vida durante una temporada como especialista en aire acondicionado. Estuvo en Libia como instalador de aparatos eléctricos. A partir del año 1992, su "actividad prioritaria" fueron los atracos a bancos.
Durante más de un decenio, la policía persiguió a un fantasma anónimo: un hombre disfrazado con peluca y perilla que, provisto de armas de fuego, asaltó más de una treintena de sucursales. Era Jaime Giménez Arbe. Pero eso no lo supo hasta julio del año pasado, poco antes de detenerlo cuando iba a dar un nuevo golpe en Portugal. Y allí también se mostró histriónico: con una teatralidad excesiva.
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