Vecinos de Aranga anuncian que pararán el proyecto de Collazo
El alcalde cerró el acuerdo un año antes del plan urbanístico
En Aranga, una pequeña localidad coruñesa de valles y bosques frondosos y con apenas 2.200 habitantes, la indignación vecinal ha subido varios peldaños después de que ayer su alcalde, Manuel Brañas (PP), despachase en cinco minutos el pleno municipal convocado para explicar el macroproyecto de urbanización que negoció en secreto con el empresario del sector del juego José Collazo Mato. Brañas abandonó el ayuntamiento entre los abucheos y algún huevo estrellado contra su coche que le lanzaron sus convecinos, enfadados por la falta de información y explicaciones.
El empresario del juego quiere hacer 744 viviendas y un polígono industrial
"Esto no hizo más que comenzar, la leña verde tarda en prender, pero al final prende", advirtió un representante de los afectados que prometen organizar su batalla para tumbar la urbanización "salvaje" y sin consultarles de su municipio. La única novedad que aportó el regidor en su escueta respuesta a cinco preguntas de los ediles del PSOE fue la fecha en la que firmó con Collazo esa "propuesta de convenio" que prevé urbanizar 300 hectáreas con la construcción de un gran polígono industrial y 744 viviendas. Fue en noviembre de 2006, desveló Brañas, siete meses antes de las elecciones municipales en las que revalidó con el PP la mayoría absoluta y poco más de un año antes de la aprobación inicial del plan de ordenación municipal, ahora en trámite de alegaciones.
En el exiguo salón de plenos, en el que no cabía ayer un alfiler, invadido por periodistas y vecinos, Brañas insistió en negar que ocultase el convenio urbanístico, incorporado junto a otros cuatro al plan de ordenación que está pendiente del visto bueno de "ocho administraciones", subrayó. Tampoco hay "supuestas compensaciones", sentenció el alcalde. "El beneficio para el pueblo está claro y ese fue el único objetivo que busqué al firmar esas cinco propuestas de convenio" urbanístico, abundó Brañas. Pero no dio más explicaciones y levantó la sesión sin dar opción a réplica.
Ese supuesto beneficio no lo ven por ningún lado los vecinos, que se sienten engañados por haber vendido fincas sin saber que iban a revalorizarse como suelo industrial o residencial. Y la planificación de "una segunda Marbella" en este paraje rural de A Coruña tampoco es de su agrado. Los afectados y la oposición aseguran que se enteraron por la prensa, tras el pleno de diciembre en el que se aprobó la propuesta del plan de ordenación que establece la construcción, en total, de 3.840 viviendas en un municipio que ahora sólo tiene 1.040, así como 415 hectáreas de suelo industrial, es decir, 2.000 metros cuadrados por habitante.
Los portavoces del PSOE y del BNG, que acordaron volver a pedir otro pleno, negaron veracidad a las afirmaciones del alcalde sobre reuniones en las que les habría informado de ese plan urbanístico. Tampoco de nada valió la oferta del regidor de poner a disposición de los vecinos asesoramiento jurídico para presentar todas las alegaciones que quieran. El plazo finaliza el 11 de marzo. Pero la negativa de Brañas a dar ayer explicaciones a afectados expectantes por obtener información encendió la mecha. A la salida del Ayuntamiento, donde estaban cinco guardias civiles cuya presencia fue reclamada por el propio alcalde, Brañas aguantó estoico el chaparrón de gritos pidiendo su dimisión, tachándolo de "larpeiro", "chanchulleiro", "piollo" o "cacique". El domingo, en el pabellón de deportes, los vecinos y los ediles de la oposición volverán a reunirse para organizar su estrategia para una batalla, dicen, que sólo acaba de comenzar.
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