Una vida llena de trabas

"No desaparecemos de viernes a lunes, necesitamos ayuda todos los días, vacaciones incluidas", aseguraban ayer Emilia Butrago, de 55 años, y Ana Burgui, de 53, afectadas por una esclerosis múltiple. Una de ellas, que ha cotizado y dispone de una pensión de unos 1.000 euros, tiene que pagar a tres asistentas cada día para que le ayuden a levantarse, a limpiar y a acostarse, con lo que se gasta más de 500 euros al mes. Hace cinco meses presentaron sus solicitudes para beneficiarse de la Ley de Dependencia, pero todavía no les han confirmado la ayuda.

Emilio Guillén, en silla de ruedas, acudió hace unas semanas a quejarse al Síndic de Greuges y ayer, junto a medio centenar de afectados y familiares, fue a la sede de la Generalitat en Alicante. "Hay orden en la Consejería de Bienestar Social de paralizar todos los trámites hasta que pasen las elecciones", según contó a Guillén una trabajadora social.

"Hay orden en el Consell de paralizar los trámites hasta las elecciones"

Los grandes dependientes, con enfermedades degenerativas de evolución rápida (esclerosis lateral amiotrófica, esclerosis múltiple, distrofia muscular, Alzheimer) o lesionados medulares o con espina bífida, presentaron ayer un escrito a la Consejería de Bienestar Social en el que denuncian que la mayoría no han sido valorados y que la Ley de Dependencia "no se está cumpliendo" y no pueden "esperar más". La Síndic en funciones, Emilia Caballero, solicitó a la Generalitat en noviembre pasado que concretara las medidas que aplica para el desarrollo de la ley y cuántas personas. "Y no han contestado, queremos saber en qué se han gastado el dinero", se preguntaba Rosario Ribes, madre de uno de los afectados.

"Tanto interés que tiene el PP por la familia, a ver ¿qué hace por los dependientes?", se preguntaba otra madre. El proceso de evaluación es complejo y arduo, pero el problema es que cuando llega la autorización definitiva "no hay medios disponibles", asegura Llanos Rodríguez, cuyo hijo padece distrofia muscular. La provincia de Alicante carece de un centro de día para discapacitados físicos y "una vez acaban la escolarización no van a ningún sitio", agrega. Sólo en Sax se han presentado 200 solicitudes para acogerse a la ley, se ha valorado a diez discapacitados y solo han contestado a uno. "Una resolución sin solución", se lamentaban las madres.