Seguro, seguro

Algunos clásicos políticos han insistido en la dicotomía entre seguridad y libertad, sugiriendo, cuando no diciendo, que si una aumenta la otra disminuye. Pese a todo, la seguridad es un objetivo irrenunciable de los gobiernos, porque lo es de los ciudadanos. ¿Se pasan los gobiernos? Hay quien está seguro de que así es. Por ejemplo, el eurodiputado Ignasi Guardans (CiU), que se bate casi en solitario contra lo que él cree que es un abuso: los controles de pasajeros en los aeropuertos. Un abuso y, a veces, un absurdo. A. P. es una ciudadana que comparte dudas sobre la eficacia de estas medidas, en los aeropuertos, pero también en las estaciones de tren, adonde se han extendido.

A. P. viajó en el Euromed de Barcelona a Tarragona. No tuvo que descalzarse, pero casi. En la estación de Sants debió someterse a los rigurosos controles de rigor para acceder al tren que iba a ser rápido y que no acaba de conseguirlo. Una vez en Tarragona pensó que sería oportuno volver a su residencia en Barcelona. Se dirigió a la estación dispuesta a ser recontrolada. Y ahí su sorpresa: nada. En Tarragona los controles no existen, bueno, sí hay uno, pero sólo para verificar que el billete que se lleva es realmente el del Euromed.

Renfe explica que sí, que la lectora no tuvo alucinaciones ni viajó en un día tonto. En Tarragona no hay controles porque el Euromed comparte accesos con los trenes regionales y no hay modo de establecer controles efectivos. Así que, con toda naturalidad, no se hacen otros controles que los de que el viajero haya pagado lo que tenía que pagar. A. P. señala: "No quiero comentar lo que se me ocurre porque me llamaría alarmista y dirían que doy pistas".

En una reunión con periodistas, el comisario europeo de Transportes, Jacques Barrot, sostuvo que las medidas de control han sido sugeridas por "expertos en seguridad", sin que nunca se haya hecho pública la identidad de tales expertos. Hay gente convencida de que han sido las empresas de seguridad que así hacen su agosto todo el año. Cierto que nadie se atreve a reducir controles por lo que pueda ser, pero ¿qué tal racionalizarlos?

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