Acuerdo para desbloquear la crisis política belga

Flamencos y valones han logrado por primera vez un acuerdo sobre una reforma limitada del Estado desde las elecciones del 10 de junio. El compromiso, alcanzado en la madrugada del lunes por el grupo de los ocho sabios, supone la concesión de ciertas competencias del Gobierno central a los regionales de Flandes, Valonia y Bruselas y el refuerzo de la cooperación entre ellas.

El consejo de sabios, entre los que figuran el primer ministro, Guy Verhofstadt, y su predecesor, Jean Luc Dehaene, han logrado un punto de encuentro entre las aspiraciones de los flamencos -60% de la población y lengua neerlandesa- de lograr un Estado más federal y los francófonos valones del sur, que defienden una Administración más centralizada.

El acuerdo se alcanzó sin la intervención del vencedor de las elecciones, el cristiano demócrata flamenco, Yves Leterme, que se restablece de una dolencia intestinal. El comité trabaja contrarreloj para cerrar un acuerdo cuanto antes a la vista de la advertencia de Verhofstadt de abandonar el Gobierno provisional el 20 de marzo. "El acuerdo institucional es un primer paso, una manera de demostrar que hay voluntad de avanzar en las reformas políticas", manifestó ayer Didier Reynders, presidente del francófono Movimiento Reformista.

En este primer paquete, las competencias que el Estado piensa transferir a las regiones se refieren a la legislación sobre implantaciones comerciales y expropiaciones, código de circulación, fondos para equipamientos y servicios colectivos, una parte de la economía social, de energía y de telecomunicaciones.