"Llevo muchos años esperando el AVE"
Dolors Poblet viaja de Barcelona a Madrid cada semana y piensa combinar el tren y el avión
Cuando Dolors Poblet estrenó el AVE Madrid-Sevilla en 1992, lo primero que pensó es que ojalá algún día llegase un invento tan fantástico a Barcelona. Para ella, que tiene que viajar a Madrid al menos una vez por semana subirse al tren y aparecer al cabo unas dos horas en el centro de la capital, supone un gran avance. Le dijeron que partir de 2004 sería posible, pero la posibilidad es real desde hace sólo unos días.
"Ya tengo aquí los horarios impresos para ver cuándo puedo coger el AVE. Llevo muchos años esperándolo. No creo que abandone del todo el avión, pero ahora tengo dos opciones", explica la directora del área Profesional de Manpower, la empresa de trabajo temporal y selección de personal. Esta ejecutiva de 47 años es una de las abonadas al corredor Madrid-Barcelona, la ruta aérea más transitada del mundo entre dos aeropuertos.
Los días que viaja a Madrid y quiere estar a primera hora de la mañana en la oficina se levanta a las 5.30, toma el taxi a las seis de la mañana y en media hora está en el aeropuerto de El Prat, toma el avión de la 6.55, aterriza en Madrid, toma otro taxi y cinco minutos antes de las nueve de la mañana cruza el umbral de su oficina.
Esta habitual del puente aéreo le ve pros y contra al avión y al tren. El primero, señala, no deja de ser más rápido que el ferrocarril, por muy alta velocidad a la que corra, "y el precio no es tan importante, porque el tiempo también es dinero". Además, con el primer AVE de la mañana, que llega a la estación de Atocha pasadas las ocho y media "puede ser muy justo".
Pero el avión tampoco es perfecto. "Los tiempos de espera son más entrecortados, llegas al aeropuerto y esperas un poco, embarcas y esperas otro poco, bajas... Sin embargo, en el tren te subes y tienes esas dos horas y media por delante para trabajar, hablar por teléfono móvil... Cosas que no puedes hacer en el avión".
En definitiva, Dolors explica que tiene pensado combinar ambos medios de transporte, tal y como harán muchos usuarios hasta ahora exclusivos del avión. Así lo tienen previsto las compañías aéreas que operan la ruta Madrid-Barcelona en sus estudios sobre la posible repercusión de la entrada en competición del AVE.
"La decisión la tomaré en función de las horas de mis reuniones, a lo mejor me va bien ir en tren, pero al acabar la reunión prefiero tomar el primer avión que salga".
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