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Reportaje:

Oki hace más que impresoras

La japonesa utiliza la Península para lanzar productos de telefonía y comunicaciones

La marca Oki va a dejar de ser una referencia limitada a impresoras, tal como se la conoce fuera de Japón. La compañía siempre ha sido otra cosa, desde que la fundó Kibakaro Oki en 1881. Kibakaro fue uno de tantos campesinos inmigrantes que, nada más llegar a Tokio desde el interior, cambió su apellido original Yoshizaki por el de Oki. Enseguida cambió de empleo. Pasó de reparar las armas del clan Aki a trabajar en la empresa nacional de Telégrafos, la que le condujo a crear una de las compañías de comunicaciones más importantes de Japón y el resto del mundo. El año pasado facturó más de 7.000 millones de euros.

Las guerras de Japón con Rusia y China fueron la catapulta de la compañía, gracias a los encargos del Ejército y a los planes públicos para dotar al país de una red de comunicaciones potente. Oki construyó el primer teléfono comercial de Asia en el siglo XIX, cuatro años después de que lo descubriera Alexander Bell. Oki fue la fabricante del primer fax comercial del mundo y del primer teléfono móvil de Asia.

Los cajeros automáticos predicen los actos de los usuarios. Si algún extraño hace movimientos no habituales dispara automáticamente las alarmas

¿Por qué fuera de Japón sólo se la conoce por sus impresoras? Javier Toledo Maigne, presidente de Oki en España, dice que la vocación de la compañía ha sido siempre la de ofrecer productos de telecomunicaciones y electrónicos, su especialidad desde que se fundó hace más de 125 años.

Pero esta estrategia forma parte del pasado. Desde 2006, Oki Electric Industry Co. Limited ha dado un giro de 160 grados con el objetivo de convertirse en una empresa global. Han descentralizado las operaciones y se apoyarán en las 112 compañías subsidiarias locales para conseguir que las ventas exteriores alcancen el 50%. Y como esas ventas no se conseguirían con las impresoras (representan sólo un 26% de su cartera, frente al 49% de las telecomunicaciones y un 20% de semiconductores), la alternativa no es otra que introducir el resto de productos en el mercado internacional.

En esta nueva estrategia, Javier Toledo dirigirá el desembarco de Oki en Europa, utilizando a España como punta de lanza. En 2007, la compañía (135 empleados) facturó 214 millones de euros, el 35% de toda la facturación en Europa y es la segunda en comercialización de impresoras, por detrás de HP. Con esta presentación, Toledo ha iniciado ya la comercialización en España de centralitas telefónicas mixtas, que operan tanto a la manera convencional como a través de la red de datos o Internet, un campo donde no lo va a tener fácil.

Alcatel, Panasonic, Ericson, EADS Matra, Samsung, Siemens, Cisco ó Avaya tienen mucho campo recorrido en redes de datos. Pero Toledo es optimista por los cuatro costados. "Las centralistas a través de Internet son capaces de rebajar desde un 10% hasta un 90% el gasto telefónico de una compañía", asegura. El coste del dispositivo oscila entre 1.000 y 2.000 euros, más una cuota de 60 euros mensuales de mantenimiento.

De hecho, la mayoría de las grandes corporaciones españolas como bancos y aseguradoras están sustituyendo la telefonía convencional interna y externa por la que transmite la voz a través de la red de datos. Estas entidades pagan una cantidad fija al carrier por el uso de la red y evitan así pagar a tarifa en función del número de llamadas, la distancia y su duración, que siempre es más caro.

Otro de los segmentos en los que se ha introducido Oki son consumibles, como los televisores con pantallas plano LCD, ordenadores de mesa, portátiles y terminales de punto de venta para todo tipo de establecimientos, con el software incluido.

Pero donde realmente es fuerte la compañía japonesa es en la fabricación de cajeros automáticos, expendedores de billetes, facturadoras, dispositivos de seguridad basados en el reconocimiento del iris (el acceso del personal interno del aeropuerto de Francfort es de Oki) y el rostro, las telecomunicaciones y la gestión financiera. En el Congreso Mundial de Teléfonos Móviles que se ha celebrado esta semana en Barcelona ha presentado como primicia mundial un aparato que utiliza como clave de acceso el iris de su propietario. En esta misma feria ha presentado una tarjeta Wimax para terminales móviles realizada en colaboración con Alcatel-Lucent.

En los cajeros automáticos bancarios han introducido un software que predice los actos del usuario. En el caso de una persona extraña que en lugar de hacer las operaciones ordinarias realice actividades no habituales, como un atraco o la manipulación del cajero, dispara automáticamente las alarmas.

Ocho días menos de barco

La adaptación de todos estos dispositivos de fabricación japonesa al mercado europeo no es fácil. Las impresoras se adaptan en Escocia donde Oki dispone de la única instalación fuera de Asia. Javier Toledo no sólo quiere instalar en España la planta que adecúe a los lenguajes europeos las máquinas japonesas. Pretende convertir la Península en el centro logístico de Oki para toda Europa.

En estos días dan los últimos toques al plan estratégico que contempla estos objetivos para el periodo 2008-2011. "Llevamos más de año y medio pensando dónde podríamos trasladar el centro logístico de distribución, desde Holanda, donde está ahora, al sur de Europa, en España concretamente. Hemos hablado con autonomías y con varias zonas logísticas de Zaragoza, Barcelona, Valencia... Hay que tener en cuenta que todo el tráfico comercial marítimo de Asia llega a Europa por el litoral español y si se descargaran aquí las mercancías nos ahorraríamos ocho días en el trayecto de los barcos".

Si se le pregunta a Toledo qué capacidad de convicción tiene frente a la dirección de la multinacional para convertir este proyecto en realidad, el presidente de Oki en España, que permanece al frente de la compañía desde que creó la filial hace 15 años, sonríe. "El cambio de estrategia a nivel global ha tardado 126 años. Conozco muy bien a los japoneses. Tardan mucho tiempo en tomar decisiones, pero cuando dan ese paso lo hacen con todas las consecuencias. Creo que les convenceré. Ése es mi trabajo", sostiene este jugador de golf (handicap 3,1), formado en ICADE.

De momento ha logrado convertir la región de la que es responsable -además de España gestiona Italia, Francia, Portugal y los países africanos de habla francesa y portuguesa, México, Brasil, Chile, Australia y Nueva Zelanda- en pionera para la introducción de las centralitas telefónicas Oki fuera de Japón.

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