Los ecologistas rechazan el proyecto de los sumideros para enterrar CO2
Ekologistak Martxan, el principal grupo verde de la comunidad autónoma, se pronunció ayer en contra de los almacenes subterráneos del CO2 emitido por las centrales termicas. El Gobierno central ha reservado derechos sobre terrenos en 11 lugares de España, entre ellos uno en la plataforma continental del Cantábrico frente a la costa de Mundaka, para la posible futura construcción de este tipo de depósitos.
La organización ecologista considera que la técnica utilizada para almacenar los gases de efecto invernadero resulta "insegura, costosa y energéticamente ineficiente". A ello añade que todavía se halla en "fase embrionaria" y que "existen muchas incertidumbres a nivel cientifico" sobre su empleo.
Ekologistak Martxan agrega en su pronunciamiento que el proyecto se va a realizar "sin que se hayan analizado en profundidad" su viabilidad cientifica o técnica. Precisa que proyectos para encapsular CO2 bajo tierra fueron suspendidos en Hawai y Noruega por motivos medioambientales.
El proyecto supondría además un gasto adicional de energía de un 30% para las centrales térmicas. Para el grupo ecologista, la apuesta por esta técnica supone pasar una vez más el problema a las generaciones futuras y "esconder la basura debajo de la alfombra".
El alcalde de Mundaka, el peneuvista Unai Rementeria, ya mostró su enfado con el proyecto: "Estoy con una rabia absoluta. No tenía ni la más remota idea" de las intenciones del Ejecutivo socialista, declaró recientemente a EL PAÍS. "El Ayuntamiento no ha recibido ninguna comunicación. Estas cosas no se hacen así", añadió.
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