No todo está perdido
La juventud de hoy es insoportable. Si vamos a dejar en sus manos el mañana, no me queda ninguna esperanza sobre el futuro", escribió el poeta griego Hesíodo en el siglo VIII antes de Cristo. Sin embargo, ni todo está perdido ni la juventud de hoy es insoportable (probablemente la del siglo VIII antes de Cristo tampoco).
El jueves se celebraba en la Universidad Autónoma de Madrid un debate preelectoral con participación de todos los partidos. Al iniciar su intervención, el socialista Rafael Simancas hizo una referencia a los intentos recientes de impedir hablar en la universidad a candidatas del PP y Unión Progreso y Democracia, lo que calificó de inaceptable. Momento en el que un grupito de alborotadores -los mismos que trataron de boicotear dos días antes la conferencia de Rosa Díez- desplegaron una pancarta con la leyenda "Fuera políticos de la Universidad" y se dedicaron a interrumpir a voces a Simancas.
El resto de estudiantes que llenaban el Aula Magna echaron del lugar a los gamberros a los gritos de "fuera, fuera", "cobardes" y "libertad". Los representantes de los partidos reanudaron el acto con un reconocimiento a la actitud de los estudiantes que -dijo Simancas, contradiciendo a Hesíodo- permiten esperar el futuro con esperanza.
La víspera, varios periódicos publicaban comentarios en los que se criticaban en términos bastante coincidentes no sólo los intentos de impedir hablar a María San Gil, Dolors Nadal y Rosa Díez, sino también los de buscar explicaciones a esos comportamientos en términos de se lo estaban buscando.
Como si quisiera quitar la razón a esos medios, Rajoy declaraba el miércoles que el culpable de los ataques era Zapatero: "Cuando le echas leña al fuego, pasan estas cosas", dijo.
¿Hicieron mal esos periódicos en criticar sin matices a los gamberros boicoteadores? En 1997, el cantautor Raimon fue abucheado en la plaza de Las Ventas por cantar en catalán en el homenaje a Miguel Ángel Blanco, asesinado por ETA. "Creo que he estado donde debía estar", dijo Raimon. "Son otros los que no han estado en su lugar".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
