Famosos en cuarentena

Ser famoso no significa estar inmunizado contra el mundo de los virus. Y ni siquiera la candidatura al Oscar a mejor actor secundario de Javier Bardem sirve de nada ante la amenaza de la hepatitis A. Según el diario The Daily News, el actor español fue uno de los invitados el pasado 7 de febrero a la fiesta de cumpleaños de Ashton Kutcher, marido de Demi Moore, en la que uno de los camareros que sirvieron las copas acaba de caer enfermo con hepatitis A.

La multitudinaria celebración reunió en el Socialista Café, situado en uno de los barrios más trendys de Manhattan, el Meatpacking District, a docenas de celebridades, entre ellas la cantante Madonna, las actrices Liv Tyler, Luci Liu, Kate Hudson y Gwyneth Paltrow, el actor Bruce Willis (ex marido de Moore) e incluso el diseñador Robert Cavalli, entre otros.

Pero el "cumpleaños feliz" que le debieron de cantar a Kutcher, que cumplía 30 años, no será recordado precisamente con alegría, ya que las autoridades sanitarias de Nueva York emitieron el jueves un comunicado invitando a la clientela del local a vacunarse contra la hepatitis A "por si acaso". En realidad sólo quienes acudieron a aquella fiesta y quienes se pasaron por el bar el día 8 y el día 11, que fue cuando el camarero infectado trabajó, tendrán que tomar precauciones, aunque eso significa que en total unas 800 personas deberían vacunarse para evitar riesgos.

No obstante, la amenaza de infección debe de ser real, ya que el Departamento de Salud de Nueva York ha tomado la inusual medida de ofrecer vacunas gratis a los clientes del local. Y ya se sabe que en Nueva York nadie regala nada. Los inspectores de salud pública de la ciudad también amonestaron a los dueños del bar, el pasado miércoles, al no encontrar jabón en el cuarto de baño. En Estados Unidos es obligatorio por ley para que los empleados puedan lavarse las manos tras utilizar los aseos.