Barberá permite ahora al Valencia un hotel en suelo del nuevo estadio

La recalificación de la recalificación está en marcha. Después de convertir una parcela deportiva pública en privada en la avenida de las Cortes Valencianas para el nuevo estadio del Valencia CF, el equipo de gobierno del PP en el Ayuntamiento, que dirige Rita Barberá, tiene previsto aprobar el lunes una nueva modificación para permitir al club que pueda construirse un hotel junto al futuro campo.

Esta segunda recalificación del mismo suelo, según consta en el expediente, choca con las normas del plan general urbano (PGOU), que prohíbe expresamente el uso hotelero en un sistema general de servicios públicos de uso deportivo, como es el caso. Pero el informe del servicio de planeamiento municipal no solo acepta sin rechistar la argumentación del Valencia CF para el cambio, sino que tilda de "aparentemente injustificada" la prohibición del PGOU a un hotel, que ve "lógico" y compatible con el proyecto. La solución a la contradicción con la norma urbanística, según el gobierno local, no es otra que revisar este condicionante en el nuevo plan.

El club que dirige el promotor Juan Soler logra así incrementar las posibilidades de negocio junto al estadio con el apoyo del Ayuntamiento. Soler recibió el terreno del nuevo Mestalla con la opción de construir un edificio con pequeños comercios, negocios recreativos y de ocio, y oficinas. Ahora se abre el abanico a la actividad hotelera.

Además, las expectativas económicas del club se van clarificando. El estadio consumirá una edificabilidad de entre 50.000 y 55.000 metros cuadrados de techo, según el club, por lo que sobrarán de 29.000 a 34.000 para el hotel y pequeños comercios. Con una venta de esa parte del terreno, el Valencia CF ganaría unos 70 millones de euros. Otras estimaciones sobre el coste del suelo en la zona elevan el posible beneficio hasta los 100 millones. Unas cantidades que contrastan de forma llamativa con la valoración del solar: el PP permutó la parcela completa por solo 45 millones de euros.La ciudad entregó al Valencia CF en 2007 la parcela urbana en Cortes Valencianas a cambio de varios terrenos en barrios periféricos. Previa tasación, el Consistorio acordó un precio de 45 millones de euros por el suelo. Los socialistas calcularon que vale cuatro veces más. Con la nueva recalificación y el proyecto del estadio más avanzado, solo la parte destinada a tiendas y hotel ya cotiza en el mercado casi por el doble (en una estimación baja) de lo pagado por el club para el solar completo. A ese suelo terciario se sumará el espacio dedicado a restauración en el propio estadio.

La permuta cerró una doble operación urbanística aprobada a medida del club y rodeada de críticas de la oposición y la federación de vecinos. El Valencia CF logró de golpe la bendición municipal para construir pisos en el suelo del actual Mestalla y un nuevo campo en Cortes Valencianas. Consejeros del club calcularon ingresos de hasta 300 millones de euros. La recalificación para incluir un hotel culmina un tercer pelotazo.

En el expediente, el club afirma que el hotel redundará en el atractivo de Valencia para aspirar a "grandes eventos". También considera que el aumento de plazas hoteleras -en una zona en la que se han abierto tres grandes establecimientos- redunda en el "interés general". Algo que discuten los vecinos, que han recurrido la permuta y el nuevo estadio.

Fuentes del club señalaron ayer que unas oficinas -permitidas por el PGOU- restarían vida a la zona y apostaron por las "sinergias" que creará un entorno con estadio y hotel. "El Valencia CF no gana más [dinero]. Logra un conjunto de usos más lógico", añadieron. El edificio de hotel y comercios tendrá un máximo de 20 plantas -una altura de unos 90 metros-. "La edificabilidad no se incrementa", recalcó el club, que aún no ha decidido si venderá el suelo terciario o participará en su explotación.

El concejal de Urbanismo, Jorge Bellver, pasó de puntillas sobre la recalificación y destacó que se mejora el acceso al estadio. El expediente, sin embargo, incluye otros cambios relevantes. Además de reajustes de espacios que computarán en el total de la edificabilidad -no cuentan las gradas, por ejemplo-, se libera al Valencia CF de retranquear la línea de su edificio terciario 15 metros dentro de la parcela, de modo que podrá pegarlo a la acera, lo que restará visión a los inmuebles de alrededor. También aumenta la altura de cornisa de 20 a 25,30 metros, pero sin computar la cubierta del estadio, que superará los 40 metros de altura.