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El Ayuntamiento multa con 100.000 euros al colegio Sagrado Corazón

El centro construyó ilegalmente una cancha de baloncesto en la azotea, que se derrumbó en Navidad - Tiene paralizada otra obra ilegal en el patio

Los Hermanos Corazonistas construyeron una cancha de baloncesto en la azotea del colegio Sagrado Corazón, en la calle de Paraguay (Chamartín). Lo hicieron sin licencia porque tenían prisa. Empezaba el curso y la antigua cancha la habían demolido para hacer un aparcamiento y un polideportivo, también sin licencia. La azotea se hundió el pasado 25 de diciembre y los informes técnicos posteriores demostraron que el colapso del techo del salón de actos del colegio se debió en parte a la chapuza ilegal que hizo la empresa Aedificat. Ahora el Ayuntamiento ha impuesto al colegio una multa bastante cuantiosa para lo que acostumbra: 100.000 euros por hacer un patio en un techo sin licencia.

"La sanción no está relacionada con el accidente", dice el Consistorio
Las multas por este tipo de infracciones suelen ser de menos cuantía

"La sanción no está relacionada con el accidente. Simplemente, y cumpliendo con unos determinados baremos, se impone la multa por haber realizado las obras sin haber solicitado la licencia", explica una portavoz de la Junta Municipal de Chamartín. Guillermo Maylín, máximo responsable del colegio Sagrado Corazón, no tenía ayer noticia de esta sanción.

Las obras que el colegio Sagrado Corazón realizaba en el antiguo patio del centro, y ejecutadas por la misma empresa que colocó la cancha de baloncesto en la azotea del edificio, fueron paralizadas por el Ayuntamiento el mes pasado por no ajustarse a la licencia que habían concedido (era para remozar el patio, y no para el aparcamiento subterráneo cuya construcción se iniciaba). Así, por los "baremos" utilizados para imponer la sanción de los 100.000 euros por la azotea, cabría ahora esperar otra similar para esta otra obra ilegal.

El Ayuntamiento puede imponer sanciones por infracciones urbanísticas de hasta un millón y medio de euros. Sin embargo, no es nada frecuente que superen los 20.000, en los casos en los que se consideran graves. De hecho, desde que Alberto Ruiz-Gallardón es alcalde de Madrid se han tramitado en Gerencia de Urbanismo 825 expedientes sancionadores y sólo cinco han desembocado en multas de 100.000 euros, tres en algo más de 400.000 (las más altas), una por 220.000 y otra por 300.000 euros.

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El apartado de disciplina urbanística y sanciones de la Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid dice: "Cuando en el hecho concurra alguna circunstancia agravante, la multa se impondrá siempre en su grado máximo". Según un experto consultado, el haber puesto eventualmente en peligro a los alumnos del centro sería motivo suficiente para aumentar la cuantía de la multa al colegio.

Desde que el pasado día de Navidad se produjo el derrumbe, los 1.290 alumnos de la institución se han quedado sin centro propio. Los estudiantes de primaria acuden al centro Highlands, en La Moraleja; los de infantil dan clase en unos barracones de un centro de las religiosas del Sagrado Corazón, en Chamartín, y los de secundaria y bachillerato acuden a diario a un centro público cedido por la Consejería de Educación, el Miguel Hernández, en el distrito de Latina.

Además, el colegio concertado está esperando todavía un informe definitivo sobre el estado en el que se encuentra el edificio contiguo al de la calle de Paraguay, que no se derrumbó, pero en el que los técnicos municipales encontraron grietas de consideración suficiente para que el Ayuntamiento les impidiera reanudar las clases ahí.

El centro piensa construir un nuevo edificio donde ahora se levantaba el derrumbado. Según el propio colegio, el encargado de construirlo sería Aedificat, la misma empresa que lleva ejecutando las obras de la institución en los últimos años.

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