Garzón elude el intento de la AVT de recusarle
La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) que dirige Francisco José Alcaraz disparó ayer con pólvora mojada. Intentó recusar al juez Baltasar Garzón en dos procesos que instruye por terrorismo etarra, pero su letrado, Juan Carlos Rodríguez Segura, olvidó una regla básica que se estudia en primero de Derecho: que no se puede recusar a un juez si no se está personado en la causa que éste instruye.
La AVT no es parte en ninguno de los dos procesos en cuestión -el del chivatazo del Bar Faisán y el de Askatasuna- porque para tener la condición de acusación popular y dar curso a la querella presentada, la AVT tendría que haber constituido la fianza de 4.000 euros requerida por el juez a petición del fiscal.
Por tanto, el juez no da trámite a las recusaciones hasta que se constituyan las citadas fianzas en efectivo o por aval y éste sea verificado, momento en el que la AVT podrá volver a plantearlas.
Mientras tanto, Alcaraz alegó problemas de agenda para evitar ir a la Audiencia. Su sustituto, Juan Carlos Ábalos, se despachó diciendo que Garzón está "a favor del Gobierno socialista" y de la "negociación con ETA, no nos cabe ninguna duda". Llegó a asegurar que si el magistrado está deteniendo a etarras es "porque están próximas las elecciones y es una medida electoralista del Gobierno", con el que "está en connivencia". El juez "podría haber realizado las detenciones en 2005 y no lo hizo", según él.
Esta afirmación es una metedura de pata notable, porque resulta que Garzón en 2005 y hasta julio de 2006 no estuvo en el juzgado, sino de permiso de estudios en Estados Unidos.
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