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Reportaje:

Robarse el cobre

Telefónica, eléctricas y constructoras sufren saqueos de cable desde hace meses - Nueve detenidos en Arganda por sustraer dos toneladas de metal

Claudi Pérez

Los robos de cobre prácticamente paralizaron los trenes del norte de Italia hace unos meses y dejaron a oscuras la ciudad de Los Ángeles hace unas semanas. Son una práctica habitual en Chile y Argentina desde hace años. Y han llegado con fuerza hasta Madrid: constructoras, eléctricas y, sobre todo, Telefónica, están siendo objeto de saqueos desde hace meses.

El cobre es un mineral muy preciado, usado para la construcción de viviendas, para las telecomunicaciones y casi cualquier cosa. Su precio se ha triplicado en los últimos cinco años, y esa evolución en la cotización es la causa del alud de robos, que amenaza con dejar incomunicados a decenas de pueblos madrileños.

Las alertas han saltado en Telefónica, con 145 robos de cable de cobre en la Comunidad de Madrid desde finales del pasado noviembre: 200 toneladas de metal que suponen un perjuicio económico de dos millones de euros. En toda España, en 2007 se produjeron unos 1.200 robos de cable, con un coste para la operadora de unos 20 millones de euros, y muy concentrados en Madrid, Sevilla, Tarragona, Valencia, Málaga, Las Palmas, Alicante y Guipúzcoa. La operativa de los ladrones es sencilla. "Bandas organizadas, la mayor parte de las veces de Europa del Este, roban en zonas aisladas pero a las que llegan carreteras secundarias. Trepan a los postes, cortan el cable y después lo trocean en piezas de hasta unos dos metros, que quepan en sus furgonetas", describen fuentes de Telefónica. Después se venden a industriales o a exportadores.

El precio del metal se ha triplicado en los últimos cinco años

Las mismas fuentes destacan que, al margen del perjuicio económico, los cortes dejan a las poblaciones afectadas sin servicio durante una media de 48 horas. "Se quedan sin acceso a Internet, sin teleasistencia, sin llamadas a urgencias sanitarias e incluso sin seguridad, porque se inhabilitan las alarmas. Si las elecciones generales se celebraran el próximo domingo, en lugar del 9 de marzo, varios pueblos de la Comunidad de Madrid no podrían utilizar el sistema informático de recuento, que precisa de línea telefónica", según la operadora.

Los problemas son graves porque la capacidad de fabricación de cable se está viendo superada por la demanda como consecuencia de los robos. "Ahora son dos días para reponer lo que las bandas se llevan en sólo unas horas. Pero si se mantiene el ritmo de saqueos, el tiempo pasará a ser de semanas", advierte un portavoz de Telefónica. Hasta ahora, las zonas más afectadas son Garganta de los Montes, Belvis, Brea de Tajo, El Cuadrón, La Acebeda, Horcajo de la Sierra, Torremocha del Jarama, Patones, Valdetorres del Jarama, Torrelaguna, Valdepiélagos, El Espartal, Olmeda de las Fuentes, Pezuela de las Torres, Estremera y Los Berrocales del Jarama. El centro penitenciario de Soto del Real, por ejemplo, se ha visto incomunicado en cuatro ocasiones.

Son ya varias las detenciones por este tipo de robos en los últimos meses, aunque generalmente la puesta en libertad es rápida por la dificultad para obtener las pruebas necesarias. "Las medidas aplicadas por la Guardia Civil no han sido suficientes", reconocen fuentes de la operadora. Aun así, el goteo de detenciones es incesante: la Guardia Civil anunció ayer el arresto de nueve rumanos, todos ellos con antecedentes, por el robo de dos toneladas de cable en Arganda del Rey.

Los robos no se reducen a la red del cableado de Telefónica. La eléctrica Iberdrola admite también problemas similares desde hace varios meses, con saqueos en subestaciones eléctricas, aunque menos frecuentes. Un portavoz de la eléctrica destaca "la peligrosidad de estas prácticas".

La línea de trenes de alta velocidad Madrid-Valladolid ha sufrido en los últimos meses también numerosos robos: cortes y desapariciones de catenaria que llegan a provocar alteraciones en el servicio.

Restos de cable de cobre robado a Telefónica.
Restos de cable de cobre robado a Telefónica.

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Sobre la firma

Claudi Pérez
Director adjunto de EL PAÍS. Excorresponsal político y económico, exredactor jefe de política nacional, excorresponsal en Bruselas durante toda la crisis del euro y anteriormente especialista en asuntos económicos internacionales. Premio Salvador de Madariaga. Madrid, y antes Bruselas, y aún antes Barcelona.

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