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Reportaje:

Ruina en cadena

El cierre de dos constructoras hunde a 2.000 empleados y proveedores

"¿Que si estoy endeudado? Jerecom me debe 190.000 euros, tengo dos préstamos que voy afrontando con el dinero que me deja mi familia y 5.000 euros en rojo en el banco. 40 años trabajando y esto es lo que me queda. ¿Que si estoy endeudado? Me han arruinado la vida". Miguel Rodríguez tiene 57 años y desde los 17 trabaja de transportista. Este jerezano, casado y con tres hijos, dos de ellos aún a su cargo, es uno de los afectados por el cerrojazo de las constructoras locales Fivesur y Jerecom. Los sindicatos calculan que hay otros 2.000 empleados, autónomos y proveedores más que, como Miguel, se han quedado en la calle por la crisis financiera de estas dos empresas.

En el último trimestre del pasado año, Jerecom y Fivesur dejaron de liquidar pagarés. Sólo cuatro meses más tarde, ambas firmas se han ido a pique. Los pocos propietarios que quedan con paradero conocido sólo dejan un mensaje: no hay dinero para pagar.

"Yo llevaba cuatro años trabajando para Jerecom y nunca había tenido problemas. De repente, el dueño se ha esfumado, me ha dejado de pagar y hasta la fecha", relata Miguel.

Este autónomo ya ha despedido a los dos conductores que le quedaban dados de alta. Las hermanas de su mujer son las que se encargan de proporcionarles comida y sus cuñados les pagan, cuando pueden, la hipoteca y los préstamos de los camiones que Miguel tiene parados porque no puede hacer frente a los 900 euros diarios de gasóleo que necesitan los remolques.

Ya no le quedan ni fuerzas ni ganas ni un euro en la cartera para volver a empezar. Sus planes de futuro pasan por deshacerse de los cuatro camiones que puso en venta hace ya tres meses. "Como está la cosa, nadie quiere comprarlos por más de dos perras", explica.

Junto a Miguel, aguardan cabizbajos su mujer, sus hijos y su yerno, David, quien salta como un resorte: "¿Cómo Jerecom puede, de la noche a la mañana, dejar a mil trabajadores endeudados, no dar señales de vida e irse de rositas? ¿Quién vigila esto? ¿Qué hacen las administraciones ante esta gente que ya han disuelto tres empresas en siete años dejando a tanta gente en la calle?", protesta airado.

Diego Marchante también es autónomo y sólo llevaba trabajando para Jerecom dos meses. En este tiempo la empresa le ha dejado una deuda de 12.000 euros. "Algunos están peor que yo, pero esto es un desastre para todos. Yo no tengo para pagar la letra de mi casa", resume.

Para Toñi Lechuga, la quiebra de Jerecom es sencillamente "una desgracia". Su marido, Jesús Navarro, tiene 41 años y sus ingresos son los que sostienen una casa con tres hijos de dos, tres y ocho años. "Nos han dejado una deuda de 30.000 euros y cada mes tenemos que pagar 1.000 euros del préstamo de la retroexcavadora", lamenta.

La lista de afectados que ha aflorado en estos días es interminable. Fidel López es subcontratista y ya ha tenido que despedir a 63 de sus 65 empleados por el reiterado impago de la constructora, que le adeuda más de 700.000 euros.

Fernando Cordero llevaba 11 años en plantilla en Fivesur como encargado de obra. Está casado tiene dos hijos de 11 y 9 años y "ninguna perspectiva de empleo". Su compañero, Jesús Sánchez, también encargado de obra de Fivesur, tras acumular 14 años de antigüedad en la empresa, no duda en decir que les están tratando "como a perros".

Antonio Rodríguez se dedica al montaje de andamios y desde octubre ha despedido a 40 de los 120 empleados que tenía.

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