Confusión con la Iglesia
Hay algo un tanto perverso en todo este lío que se ha originado con la cúpula eclesiástica española y las declaraciones que los obispos destilan gota a gota. Nos sentimos sermoneados por monseñor Cañizares, quien desde su púlpito afirma que no callarán. Pero, ¿en nombre de quién habla? La Iglesia representa un modelo de dictadura teocrática, en donde los fieles, la inmensa mayoría, han de aceptar la imposición de sus dirigentes sin opinión alguna (¡ya me gustaría ver al arzobispo de Toledo en unas primarias defendidas a golpe de pastoral!), teniendo claro, además, tal y como hemos oído manifestar, que un pastor no tiene por qué querer por igual a sus ovejas. Es decir, un régimen antidemocrático y socialmente injusto.
Sin embargo, todos, creyentes y descreídos, hemos de soportar con creciente estoicismo y no poca perplejidad las continuas demandas y desmedidas interferencias de la curia española, presentadas en solfa de justicia, democracia y no sé qué más ocurrencias muy elevadas.
Ya ven, el problema es que no estamos prestando atención a la auténtica Iglesia. Nadie se ha preocupado en escuchar a la Iglesia de base, a la base de la Iglesia. La única que todavía puede dar sustancia al maltrecho mensaje católico y justificar las tropelías que hemos de aguantar de aquellos que sólo piden y amenazan continuamente con el descarrío de nuestras almas e, inquietante novedad, la redirección de nuestro voto.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.