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Entornos interactivos

Interacción es la palabra clave. Experimentamos una revolución que está afectando a la manera en que interactuamos con el espacio que habitamos, y está destinada a hacernos replantear nuestra relación con los objetos. El diseño interactivo se propone minimizar la sensación de alienación que puede suscitar lo novedoso además de acrecentar la precisión y eficiencia del producto.

Las últimas tendencias en Cevisama van haciendo tránsito, con parada incluida, en la zona más experimental de la feria, Nómadas. La muestra, bajo el lema de Trans/Hitos 2008, recoge los últimos avances del sector cerámico en materia de innovación tecnológica y de diseño. Ahora todo suma, ya no hay tendencias-nicho excluyentes, se puede llevar el minimalismo más atroz al barroco más lujoso.

Colecciones de azulejos, como en Excessive objects, que recogen con descaro y orgullo las propuestas más excesivas y ostentosas en espacios que rayan el neobarroco más recargado. O la personalización de las baldosas y de los entornos que las conforman gracias a la utilización de las nuevas tecnologías, como en las colecciones lúdicas de Delaran, donde vía web uno puede configurar las baldosas que quiere pisar.

En la tendencia Connective space, los diseñadores buscan y exploran, a través de las tecnologías de la información y la comunicación, nuevos espacios para el futuro que respondan a los cambios en el individuo y sus relaciones sociales. Piezas que reproducen la naturaleza más artificial y que son toda una experiencia sensorial: cortinas florales que generan luces y sonidos en función del clima y las horas de luz, mobiliario urbano que captura la luz solar a través de células fotovoltaicas y que de noche se convierte en farolas...

La tecnología está llamada a jugar un papel significativo. Pero también hay espacio para la reflexión. La tendencia Manifiesto supone la visión más crítica del hábitat, ya que se replantea las relaciones sociopolíticas y económicas del interiorismo. En Inactivos, activos, se muestra cómo la decoración se vuelve funcional, y cómo la imagen puede ser tan sugerente. Y si uno anda agotado ya de tanta aplicación tecnológica, la tendencia Home sweet home propone un back to basic del interiorismo; una gama luminosa, cálida, vital, y bastante acomodaticia.

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