El líder del PP replica: "Está preso de un ataque de nervios"
"Mientras Zapatero se pelea con los obispos, sube el paro"
Mariano Rajoy se vino ayer arriba. No se sabe si es por las encuestas que indican que todavía nada está decidido; por el apoyo que recibió el pasado miércoles del presidente francés, Nicolas Sarkozy, y de la canciller alemana, Angela Merkel, o simplemente porque se contagió del ambiente de euforia creado por los simpatizantes de Málaga. El caso es que el presidente del Partido Popular insistió ayer en las mismas ideas que viene repitiendo durante las últimas semanas, pero lo hizo con una energía que hacía tiempo que no se le veía.
En un mitin que sirvió para presentar a los 109 candidatos de su partido para las elecciones autonómicas andaluzas, que se celebrarán el mismo día que las generales, el 9 de marzo, Rajoy aseguró que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "está preso de un ataque de nervios". El líder conservador pasó de puntillas por el enfrentamiento abierto entre la Conferencia Episcopal y el PSOE tras la Nota pastoral en la que los obispos piden, sin nombrarlos, que no se vote a los socialistas. "Mientras Rodríguez Zapatero se pelea con los obispos y se alía con las civilizaciones, los precios siguen subiendo y el paro aumentando, y dice que no pasa nada", aseguró Rajoy ante unos 1.200 simpatizantes en el Palacio de Ferias de Málaga.
Rajoy centró buena parte de su intervención en criticar la política económica del Gobierno, en especial la promesa -él la llamó "broma"- de devolver 400 euros a los contribuyentes, tras las matizaciones realizadas por el ministro de Economía, Pedro Solbes. "Se han consagrado (...) Si usted gana 100 millones de euros al año, recibe 400 euros, y si gana 9.000 euros al año, no recibe nada. (...) Viva la justicia social, el rigor y las cosas bien hechas", ironizó. Rajoy insistió en su promesa de eximir de pagar el impuesto sobre de la renta de las personas físicas (IRPF) a quienes perciban menos de 16.000 euros brutos anuales, y de bajar a las pequeñas y medianas empresas el impuesto de sociedades hasta el 20%.
Rajoy hizo, como es habitual desde 2004, una crítica a la política antiterrorista del Gobierno: "No digo que no diga la verdad, seguro que la dice siempre, el problema es que cambia demasiadas veces de verdad y que ha engañado a los españoles". Sin embargo, el ataque más virulento en este asunto lo había realizado antes la cabeza de lista al Congreso por Málaga, Celia Villalobos. "Lo que no hace el PP es ponerse a negociar con ETA cuando todavía están calientes los huesos de los muertos", dijo la ex ministra de Sanidad.
Tras afirmar que Zapatero no tiene un "proyecto nacional", sino de gobernar "con ocurrencias, improvisaciones y cambios de criterio", Rajoy, en plena euforia, acusó al PSOE de "querer patrimonializar la bandera española".
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