Benidorm vende la arena que sobra de sus playas
La arena de la playa de Benidorm fue hasta hace pocos años sagrada por su carestía, pero ahora sobra y los responsables municipales no saben dónde almacenarla. De ahí, que el concejal de Urbanismo y Escena Urbana, Joserra González, cree que "podría servir para otros municipios que regeneren sus playas".
La polémica surgió la pasada semana, cuando el Ministerio de Medio Ambiente, a través de la jefatura provincial de Costas en Alicante, paralizó los trabajos de extracción de arena del Paseo de Poniente, obras emblemáticas que financia la Generalitat. Debajo del antiguo paseo se ha hallado bancos de arena que quedaron sepultados hace cincuenta años.
Los responsables de los trabajos han sacado camiones de arena, y los han acumulado en solares privados. Costas advirtió de que eso contravenía la legislación, al tratarse de un bien del dominio público marítimo-terrestre y su responsable en Alicante, Vicente Martínez, señaló que podían estar robándola o vendiéndola. Martínez obligó al consistorio a depositar la arena en su lugar, lo que encendió los ánimos del consistorio, gobernado por el PP, que teme que el Gobierno central quiera paralizar una obra crucial para el sector.
La concejal de Playas, Josefa Pérez, explicó que la arena de las playas sigue un control "muy riguroso" de calidad, y "no podemos mezclarla con la que hemos obtenido en una situación totalmente diferente", mezclada con escombros, materia orgánica y todo tipo de residuos. "Benidorm depende de sus playas y no podemos permitir que haya una situación de riesgo", señaló.
