Cuatro años de cárcel para un joven que dejó en coma a un policía de una pedrada

La Audiencia de Barcelona ha condenado a tres jóvenes por la agresión a un guardia urbano que quedó en coma hace dos años durante unos enfrentamientos con okupas. El tribunal asegura que "no existe la más mínima duda" de que uno de ellos, Rodrigo Lanza, arrojó al policía una piedra del tamaño de una mano a una distancia de unos 10 metros. Por ese motivo le impone cuatro años y medio de cárcel por un delito de atentado en relación con otro de lesiones. La piedra impactó en la frente del agente y éste cayó al suelo. Ahora está postrado en una silla de ruedas de por vida. El policía tiene actualmente 41 años y es padre de cuatro hijos.

Lanza está en prisión desde que ocurrieron los hechos, en el casco antiguo de Barcelona, la madrugada del 4 de febrero de 2006. La sentencia también condena a tres años y tres meses de cárcel a Alex Cisternas y Juan Daniel Pintos porque considera que se concertaron con Lanza y encabezaron un grupo de 20 personas que, "armado con piedras, palos y botellas", se enfrentó a la policía.

El tribunal explica que después de que el agente cayese al suelo, Cisternas le arrojó otra piedra. Sobre Pintos, se afirma que alentó a los otros acusados a continuar con la agresión con expresiones como "perro cabrón, nos lo hemos cargado".

Otros tres agentes sufrieron diversas heridas en los enfrentamientos y por ello el tribunal impone penas de uno a tres años y tres meses de cárcel para un total de seis acusados más. Las defensas anunciaron ayer que recurrirán al Tribunal Supremo.