El festival Musika-Música revisará durante cuatro días las obras de Schubert

El festival Musika-Música todavía no alcanza en Bilbao las dimensiones de su matriz -el maratón de música clásica La Folle Journée, que ayer comenzó en Nantes (Francia) y se prolongará hasta el domingo con la previsión de superar las 122.000 entradas vendidas en 2007- pero sigue creciendo. Musika-Música girará este año alrededor de las composiciones de Franz Schubert, en cuatro jornadas, el doble de la duración de su primera edición en 2002, y ofrecerá 63 conciertos, ocho más que el año pasado.

Musika-Música, organizado por la Fundación Bilbao 700, se celebrará en el Palacio Euskalduna del 28 de febrero al 2 de marzo. Los precios de las localidades estarán entre los cinco y los nueve euros, igual que el año pasado. La programación recorrerá todas las facetas de la obra de Schubert. Heredero de la música de Haydn y Mozart, admirador de Beethoven, Schubert es considerado el último representante del clasicismo vienés, con una ingente producción musical que abarcó desde las canciones, en ocasiones inspiradas por los poemas de Goethe o Schiller, a la gran música sinfónica, la ópera y las composiciones de cámara. El programa incluye todos estos aspectos y también se abre a la música sacra, las sonatas para piano y las oberturas.

La Orquesta Sinfónica de la Bilbao (BOS), dirigida por Manel Valdivielso, abrirá el programa con la interpretación de la Quinta sinfonía. También intervendrá en Musika-Música la Sociedad Coral de Bilbao, asidua visitante del festival de Nantes. Entre otras formaciones europeas, tocarán obras de Schubert la Orquesta Nacional de Burdeos-Aquitania, la Real Filharmonia de Galicia y la Sinfonia Varsovia. En las composiciones vocales destaca la participación de Ensemble Vocal de Lausana. Pero, en paralelo a los músicos profesionales, Musika-Música reserva espacios para que los alumnos de los conservatorios del País Vasco, Asturias, La Rioja, Cantabria y Castilla-León interpreten sus conciertos.

La Folle Journée nació en Nantes hace 14 años, impulsada por un promotor que confió en un modelo nuevo de consumo de la música clásica: ofrecer varios conciertos de forma simultánea en un mismo recinto a precios reducidos. El nombre de La Folle Journée (la jornada loca) fue tomado del subtítulo de la ópera de Mozart Las bodas de Fígaro, cuyo argumento se desarrolla en un solo día. El festival creció, pero mantuvo su nombre. Se asentó con éxito en Nantes y fue exportado a Lisboa en 2000 y a Bilbao dos años más tarde. Posteriormente, se amplió a Tokio y este año está previsto que también se celebre en Río de Janeiro. El programa de Nantes y sus intérpretes, en una versión reducida, repiten sus actuaciones en las otras ciudades de la red. Este año el festival no se celebrará en Lisboa.