Siete encapuchados asaltan una furgoneta pistola en mano en una salida de la M-40
Los ladrones cortaron el paso con dos coches y robaron el furgón de paquetería
Otro robo con violencia para llevarse artículos de lujo, y un posible chivatazo. Pocos días después de que la policía anunciara la detención de los 13 atracadores de un furgón de Cartier (del que los ladrones se llevaron joyas por valor de más de tres millones de euros), las calles de Madrid volvieron a vivir un asalto a un furgón. Esta vez no era blindado. Pero la violencia y la intimidación volvieron a estar presentes, el pasado martes. Dos coches BMW sorprendieron al vehículo, de una empresa de paquetería, pistola en mano. Siete encapuchados obligaron a los dos ocupantes de la furgoneta a bajarse. Sucedió en la carretera M-23, en la salida a la M-40, sobre las 18.45, según confirmaron ayer dos portavoces de la Policía Nacional y de la Delegación del Gobierno.
Los ladrones abandonaron uno de los dos BMW, que era robado, y se llevaron el furgón. Los dos conductores no sufrieron daños, aunque sí se llevaron un buen susto. La policía no pudo confirmar qué artículos se robaron ni su valor. Según la web soitu.es, los atracadores se llevaron 119 bultos, en los que había joyas y otros artículos de lujo de "una distribuidora francesa". Según ese portal de Internet, la empresa era Louis Vuitton, que fabrica y distribuye artículos de las marcas Moët & Chandon, Christian Dior, Givenchy, Guerlain, Loewe, Kenzo y Lacroix. Una portavoz de la compañía aseguró, a última hora de la noche, desconocer si había sucedido algo. Tampoco lo desmintió. Este periódico intentó sin éxito contactar con la empresa de paquetería que transportaba la mercancía.
El pasado 17 de diciembre, los atracadores se fijaron en las joyas de Cartier. Los ladrones dieron el golpe perfecto en Coslada. Sabían qué furgoneta saldría del Puerto Seco con un botín increíble, más de tres millones de euros en joyas. Entonces, los atracadores también utilizaron un BMW. Era un todoterreno negro que utilizaron para alunizar sobre la furgoneta en movimiento. La violencia fue entonces mayor, ya que además del choque los ladrones decidieron secuestrar a los conductores. Un mes más tarde, la policía los detuvo. Eran 13, todos españoles.
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