"El empate sabe a derrota"

Frank Rijkaard pasó por alto si a su equipo le faltó ambición o se confió en exceso ante el Athletic. El técnico del Barcelona repitió en varias ocasiones lo "mucho" que habían luchado sus jugadores, a los que sólo les faltó sentenciar. "Una lástima", dijo el técnico del Barcelona para definir sus sensaciones tras el partido. "Nos hemos adelantado en el encuentro, hemos tenido controlada la situación, pero fue una lástima que no pudiéramos marcar el segundo gol. Si seguimos en esta línea, podemos reducir la diferencia con el Madrid. No tenemos que fijarnos en lo que hagan otros", apuntó el entrenador holandés.

"Queremos jugar bien y ganar los partidos, pero eso no siempre es posible", añadió Rijkaard, que, al igual que su equipo, escogió el último cuarto de hora para instalarse en los nervios. No le sirvió de nada el fabuloso momento que atraviesa el joven delantero Bojan, que volvió a hacer gol en San Mamés. El holandés discutió con el cuarto árbitro para devolver la pelota al campo y que el encuentro se reanudase, justo cuando el Barcelona, doliéndose aún del gol de Llorente, intentaba arreglar con prisas sus dilemas.

Por su parte, el recién renovado Andrés Iniesta resumía la frustración de la plantilla azulgrana con las siguientes palabras: "Es un empate que sabe a derrota", dijo el centrocampista, que se ha comprometido con el Barcelona hasta el año 2014. "En la segunda parte perdimos el control del partido y el Athletic lo aprovechó. Es un fastidio marcharse de aquí con sólo un punto. Pero no decimos adiós a la Liga", añadió Iniesta.

La satisfacción fue para el Athletic. El técnico, Joaquín Caparrós, que se pasó el partido desgañitándose en el banquillo, se felicitó por comprobar "el alma" que tuvo el Athletic en la segunda mitad. Llorente, el autor del empate, fue claro: "En la segunda parte fuimos a por ellos y después del empate pudimos ganarles".