Viernes mortal para dos motoristas
Un hombre de 26 años y otro de 37 mueren en dos accidentes de tráfico
Viernes aciago para las motos. Hasta dos fallecidos y un herido grave. El último de los accidentes mortales fue el de un chico de 26 años, que circulaba con su moto Suzuki azul por la calle de José Abascal. Viajaba con su novia, de 25 años, que resultó ilesa aunque necesitó asistencia psicológica. Ambos llevaban casco, aunque al chico no le sirvió de nada.
Sobre las once de la noche el motorista no se dio cuenta de que había unos coches parados en un semáforo en rojo, cruzó la calle de Bravo Murillo e impactó contra un Audi A4 verde, que acababa de empezar su marcha. El conductor "muy nervioso", explicaba que ni se dio cuenta. "Debía ir muy rápido", dijo. El impacto en el coche no fue muy grande. Apenas tenía una abolladura en el parachoques. La moto, sin embargo, estaba destrozada.
Al lugar del accidente se trasladaron cuatro patrullas de la Policía Municipal, que cortaron cuatro de los cinco carriles de la calle José Abascal. También llegaron tres ambulancias. Una portavoz de Emergencias Madrid explicó que fue imposible reanimar al chico, de 26 años. "Tenía un traumatismo torácico y abdominal, así como una fractura de pelvis y rotura de la vía aérea". El chico entró en parada cardiorrespiratoria, y a pesar de que el Samur intentó reanimarle fue imposible. La chica, por el contrario, no se hizo nada, pero entró en estado de choque, ya que acababa de perder a su chico a no demasiada distancia de donde otros disfrutaban de una noche de viernes. Un equipo de psicólogos tuvo que atenderla.
La familia de la chica fue la primera en llegar. No quería hablar. Dentro de la ambulancia, la chica era acariciada en la cabeza por un allegado. Mientras, la familia del chico fallecido no había llegado aún al lugar del accidente aunque se esperaba su llegada.
En el asfalto, la Policía Municipal medía distancias finalizado el informe de atestado. El suelo estaba lleno de cristales, y decenas de curiosos preguntaban cómo había ocurrido. "Nunca sabes lo que puede ocurrirte", dijo uno de ellos.
Mientras, el cuerpo del chico yacía bajo una manta térmica dorada, a la espera de que llegase el juez de guardia para el levantamiento del cadáver.
No fue el único suceso trágico con las dos ruedas implicadas. Otro motorista murió y un tercero resultó herido grave en dos accidentes de tráfico ocurridos ayer en las localidades de Navalcarnero y Colmenar de Arroyo.
El siniestro más grave se produjo a las 6.45 en el kilómetro 48 de la M-600 a su paso por Navalcarnero. El motorista, de 37 años, ha fallecido en el acto, según el SUMMA, mientras que el conductor del turismo contra el que chocó está herido leve.
El otro accidente ocurrió a las 7.45, en el kilómetro 33 de la M-501 a la altura de Colmenar de Arroyo, por la salida de la vía de un motorista que sufre un traumatismo craneoencefálico grave por la colisión al caer y que fue trasladado al hospital de Alcorcón.
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