Los periodistas se rebelan contra el control de TV-3 por un consejo de comisarios partidistas
El Colegio de Periodistas arremetió ayer contra el proceso de elección del consejo de gobierno del órgano gestor de TV-3 y Catalunya Ràdio porque es "un retroceso de calidad democrática". Además, el ente colegial llamó a la sociedad civil a participar en "una plataforma cívica en defensa de los medios públicos" debido al "riesgo" que supone para la sociedad. También el Sindicato de Periodistas se opone a la fórmula elegida por "partidista".
Pero a pesar de esta advertencia profesional, que vino después de varios avisos en los días pasados, el Parlament culminó ayer la elección de los nuevos responsables de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA). Albert Sáez, hasta ahora secretario de Medios de Comunicación de la Generalitat, fue nombrado presidente. "Se pone de manifiesto que la capacidad de intervención partidista sobre los medios públicos es ilimitada", aseguró ayer el Sindicato de Periodistas de Cataluña.
El Pleno del Parlament repitió ayer el trámite ya hecho en comisión por el que se avaló la idoneidad de los candidatos propuestos por los partidos. Sáez fue elegido por 110 votos a favor (PSC, ERC, ICV-EUiA y CiU), 3 en contra (Ciutadans) y 11 abstenciones (PP). Quien sustituirá a Albert Sáez en el cargo de secretario de Medios de Comunicación del Gobierno catalán será Carles Mundó.
El Colegio de Periodistas, en un comunicado, consideró que el hecho de que el consejo haya sido constituido "con criterios de cuotas de partido y no con voluntad de independencia, neutralidad y excelencia profesional", tal y como establece la ley, no sólo pone en cuestión el futuro de los medios públicos, sino que deteriora la confianza de los ciudadanos en sus representantes políticos.
Por otra parte, los tres socios del Gobierno (PSC, ERC e ICV-EUiA) acordaron en el Parlament una moción de CiU para expresar el "apoyo a los profesionales de la CCMA" tras las declaraciones del portavoz del PSC en el Parlament, Joan Ferran, en que consideró que había que arrancar la "costra nacionalista" de TV-3 y Catalunya Ràdio.
