Bobby Fischer
Qué mal que comenzó el año, ¿no es cierto? Se acaba de marchar nuestro querido Bobby. Al saber la noticia, se me vino encima la adolescencia... No pude evitar las lágrimas... Algo semejante me sucedió en 1990 cuando llegué a este país y vi por primera vez a los Rolling Stones en vivo en Madrid o hace unos pocos años cuando vi al mismísimo McCartney actuando en Barcelona.
Pero qué difícil es explicar lo que su espíritu despertó en nosotros cuando venció al férreo Tigran Petrosian en mi ciudad natal, Buenos Aires, allá por 1971. Creo que su influencia en buena parte de mi generación es sólo comparable a la que ejercieron los Beatles. Ya no habrá especulaciones acerca de un posible regreso de Bobby -como ya no puede haberlas respecto de una imposible reunión de los fabulosos cuatro- . Hace poco, leí que Fischer había logrado cierta estabilidad en Islandia, pero, entonces, llega la triste noticia... Una verdadera tragedia. Como dijo hoy Anand, se nos fue nuestra Marilyn Monroe.
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