El desinterés europeo frena el mercado residencial en la costa
La caída de ventas a extranjeros oscila entre el 25% y un 70%
"La gente está a la expectativa. Se están esperando a ver qué pasa. Eso no quiere decir que dejen de comprar o de venir a la Costa Blanca, pero sí que se han tomado un tiempo", explica Johan de Wit, miembro del Foro Internacional de L'Alfàs, colectivo que agrupa a todas las asociaciones de ciudadanos europeos en el municipio. De Wit es un holandés que regenta el establecimiento Albir Muebles, donde ha notado una disminución de ventas de hasta un 25%, caída que asocia al parón del mercado inmobiliario. El comentario del ciudadano holandés corrobora los datos de distintos profesionales del sector inmobiliario de Alicante, que cifran desde un 25% y hasta un 70% la bajada de las ventas de segunda residencia en la costa a la clientela extranjera, básicamente británica.
La subida de precios, la aparición de nuevos destinos turísticos y el fuerte crecimiento urbanístico pasan factura. Alicante, la provincia que en el segundo trimestre de 2007 acumuló más del 90% de las ventas inmobiliarias a extranjeros no residentes en la Comunidad Valenciana, sufre una merma de ventas que ha puesto en jaque a algunas pequeñas agencias dirigidas al público europeo, principalmente inglés. Algunas están cerrando, otras reducen personal, según profesionales de distintos puntos de la costa alicantina.
Entre los profesionales no falta quien asegura que entre la clientela alemana algunos empiezan a vender sus casas para irse a otros países. Tampoco quien alerta de que en Benidorm hay europeos que llevan 20 años en la zona y que ahora se están yendo por la masificación.
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