Nouvel confía en que se respete el "espíritu" de su proyecto para Vigo

El responsable del diseño para la ordenación urbanística y arquitectónica del área central del Puerto de Vigo, el arquitecto francés Jean Nouvel, reconoció ayer que "los grandes proyectos evolucionan con el tiempo y las condiciones socioeconómicas". No obstante, puntualizó: "Lo más importante es que el espíritu permanezca". Y por espíritu se refirió a "la idea del granito (el controvertido hotel) en medio puerto".

El reconocido profesional galo recogió ayer el galardón por su diseño Peirao XXI, dotado con 450.000 euros, del concurso de ideas convocado por la Autoridad Portuaria cuando el ahora alcalde, Abel Caballero, estaba al frente de la institución. Quizás por eso, el socialista abrió su intervención diciendo que "un sueño de esta ciudad, que compartimos 300.000 personas, se hace realidad". De hecho, se mostró fascinado por la idea "sin igual" de Nouvel, que "va a dar la vuelta al mundo". Junto a él, el actual responsable del Puerto, Jesús Paz, hizo público su "compromiso" para "integrar la propuesta ganadora en la planificación global del Puerto". Para ello, apeló al "consenso" y a la necesidad de dotar este diseño con "los documentos de planeamiento urbanístico que garanticen su viabilidad técnica, económica y social".

El acto, que se desarrolló en el Edificio de Sesiones de la Autoridad Portuaria, contó con la presencia de los líderes económicos y sociales del municipio, que fueron testigos de la entrega de galardones a los cuatro mejores proyectos de entre las 18 propuestas presentadas. La propuesta Dorna, dirigida por José Luis Almazán, se llevó el tercer accésit; el segundo fue para 015577300, de José Ignacio Vila Costas, y, el primero, lo recibió Fermín Vázquez Huarte-Mendicoa por Amarre.

Nouvel dio las gracias a todo su equipo, integrado por Técnicas Reunidas, Ateliers Jean Nouvel, AJN y XMD Arquitectura e Cidade, por sacar a la luz un trabajo en el que se conectan ciudad y mar. El proyecto del francés entra ahora en una etapa de adaptación, que deberá ser fruto del trabajo conjunto de los sectores implicados. Una labor guiada por "el sentido común", en palabras de Jesús Paz, de modo que permita compatibilizar el diseño, las necesidades portuarias y el planeamiento urbanístico, y hacer viable su aplicación. Algo de lo que no duda el arquitecto, quien destacó que existen "importantes razones" para que la idea se lleve a cabo: "Su iniciador es el alcalde y el presidente del Puerto está de acuerdo". El reto está servido.