La Xunta aprueba la ley que servirá de marco a su reforma de la sanidad

El Consello de la Xunta aprobó ayer el proyecto de Lei de Saúde que servirá de marco a las reformas que el bipartito está impulsando en el sistema sanitario gallego. La futura ley, que ahora deberá ser tramitada en el Parlamento, fue presentada por el presidente Emilio Pérez Touriño como un instrumento destinado a reforzar el carácter público de la sanidad y a centrar el nuevo modelo en la ciudadanía.

El texto mantiene una de las medidas más polémicas para los trabajadores de la sanidad. La nueva ley faculta al Sergas para realizar traslados forzosos de su personal "cuando existan razones de imperiosa necesidad de organización sanitaria". La Administración podrá así enviar a los titulares de una plaza a otro centro de trabajo en Galicia con una "consulta previa" a los sindicatos. Además de las críticas de las centrales a este artículo, el dictamen del Consello Económico e Social puso en duda la legalidad de este cambio. Los traslados, añade la ley, sólo serán negociados cuando estén incluidos en un plan de ordenación de recursos humanos.

Tras la reunión del Consello, Touriño destacó el carácter marco de la nueva ley y su voluntad de ir más allá de la organización del sistema sanitario. Entre sus rasgos más importantes, el presidente destacó que recoge las directrices sanitarias adoptadas por la consellería y la articulación del código de derechos de los usuarios del sistema que trata de humanizarla prestación del servicio.

La ley servirá también para ampliar la participación social a través de instrumentos estables, creará la figura del Valedor del Paciente (en el marco del Valedor do Pobo y, por tanto, dependiente del Parlamento) e integrará la asistencia, la docencia y la investigación.

Con esta norma la Xunta trata de establecer un marco general y de referencia que supere la actual Ley de Ordenación Sanitaria. Posteriormente la Xunta impulsará el resto de las leyes con las que quiere definir el sistema: Saúde Pública, Servicio Galego de Saúde, del empleado público de salud, del sistema de información de salud de Galicia, del Instituto Galego de Investigación Sanitaria, de ordenación farmacéutica, de la Escola Galega de Administración Sanitaria y de medidas de prevención de las drogodependencias y otras conductas adictivas.

Este proyecto es el primero de los diez que el presidente había prometido para la segunda mitad de 2007 y que, después de incumplir ese plazo, el Gobierno ha anunciado para este año.

En la rueda de prensa posterior a la reunión del Gobierno el presidente evitó repetir la alusión crítica que dirigió al nuevo obispo de Lugo, cuyo nombramiento no consideró "un buen indicador" del respeto de la Iglesia católica tiene a las instituciones. En vez de eso, Touriño se limitó a expresar su deseo de colaboración y respeto con la jerarquía católica.

Sobre el proyecto de ley que la Consellería de Vivenda proyecta para obligar a rehabilitar viviendas en mal estado, original de un departamento bajo la responsabilidad del BNG, Touriño no quiso opinar. El presidente aseguró que se trata de un borrador, como otros muchos, del que sólo hablará cuando sea enviado a la Consellería de Economía, como todos los que tienen trascendencia económica.

En cuanto al presidente del PP en Galicia y su situación después de lo ocurrido con Alberto Ruiz Gallardón, Touriño afirmó intuir "que Alberto Núñez Feijóo está hoy un poco más sólo" y "un poco más débil" como consecuencia de la consolidación en el PP del "derechismo más rancio" y de la falta de liderazgo de Mariano Rajoy. Aunque "también puede ser que esté de acuerdo" con esta situación, ironizó el responsable de la Xunta.