Primeras pistas de dos desapariciones
La investigación de la niña de Huelva se centra en un vecino, y la de Málaga, en un coche del que no hay rastro
Primeras pistas. Las pesquisas por las desapariciones de Mari Luz Cortés, de cinco años, en Huelva y de Amy Fitzpatrick, de 15, en Mijas (Málaga), tienen ya un hilo del que tirar.
En el caso de Mari Luz, la policía ha reducido al máximo el número de personas a investigar. De hecho, se está centrando en un vecino de la barriada de El Torrejón, donde vive la niña, que desapareció el día después de que se perdiese el rastro de la niña.
Según fuentes del caso, este hombre está identificado, aunque la búsqueda todavía no ha dado sus frutos. A Mari Luz, de cinco años, no se la ha vuelto a ver desde que el domingo salió sola a comprar patatas a un quiosco cercano a su casa.
Estas fuentes añadieron que la policía ha tomado declaración a un matrimonio en Granada para recabar pistas sobre el paradero de la niña. La búsqueda de la pequeña por los alrededores de Huelva prosiguió ayer.
En el caso de la menor irlandesa desaparecida hace dos semanas en Mijas, la Guardia Civil ha descubierto que la joven conducía con frecuencia un coche blanco y que su dueño lo echó en falta el mismo día en que perdió el rastro de Amy.
El hallazgo de esta información, fruto de la declaración de un amigo de la familia, ha hecho que los investigadores intensifiquen las pesquisas para localizar el paradero del vehículo, ya que la menor podría haberlo utilizado para fugarse.
Los investigadores también supieron ayer, gracias a una entrevista que el padre de Amy concedió a un diario sensacionalista irlandés, que la menor tenía una oferta de trabajo como modelo y que pensaba participar en una sesión de fotos. Según el padre, la joven se lo contó por teléfono tres días antes de su desaparición.
