Suicidados
"A principios de mes, un galgo de piel oscura y ojos tristísimos puso fin a sus días colgándose de un árbol en las inmediaciones de Gerena, una de las localidades españolas en las que se produce cada año el suicidio colectivo de decenas de miles de galgos. Unos se abandonan y se dejan morir de hambre y sed; los otros se cuelgan con sus propias patas. ¿A qué pueden deberse los extraordinarios hechos que siguen registrándose, año tras año, sobre todo en Extremadura y Andalucía? ¿Pertenecen los perros a una secta oculta? Llama la atención que el galgo, encontrado en condiciones penosas, se hubiera cortado antes la oreja en donde portaba el chip identificativo. Ello quiere decir que pretendía pasar desapercibido. Pero lo más increíble es que, arrepentido de su decisión, el can mordió la fina cuerda con que había intentado liquidarse, logrando romperla mas no pudiendo impedir que parte de la misma se le incrustara en el cuello, produciéndole una necrosis. Almas piadosas lograron rescatar al animal y, al parecer, disuadirle de que vuelva a atentar contra el bien más preciado que posee un cuadrúpedo de carácter tan dulce que en otros países, en lugar de elegir la profesión de perseguir liebres por cuenta ajena, se dedica a ser mascota en los hogares e incluso colabora -como en Dinamarca- en el cuidado de niños autistas. Por desgracia, muy pocos de los galgos que se suicidarán este año en España podrán ser salvados".
El redactado anterior persigue no ofender la fina sensibilidad de quienes crían galgos para la caza y los exterminan después de dos años por los métodos arriba descritos.
Pero, como española de bien -por fin he podido decirlo-, exijo a la señora Narbona e incluso al señor Rey que se termine con la salvaje práctica de la caza con galgos. Que empezó, por cierto, hace siglos y por real decisión.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Kast intenta sumar a Ecuador en su idea de abrir un corredor humanitario para devolver a migrantes irregulares a Venezuela
Estados Unidos advierte que privará a Maduro de “los recursos que usa para financiar” el narcotráfico
México pide ante la ONU una solución “pacífica, democrática y negociada” para la crisis en Venezuela
Colombia confirma el primer caso del virus influenza H3N2: qué es, cuáles son los síntomas y las recomendaciones sanitarias
Lo más visto
- El PP de Almeida vota en contra de dedicarle a Robe Iniesta un centro juvenil porque antes quiere hablarlo con su familia
- Comprobar Lotería de Navidad 2025: consulta la pedrea con la lista de números premiados
- Trump anuncia la construcción de un nuevo tipo de buques de guerra que llevarán su nombre: “Serán los más grandes y poderosos de la historia”
- “¿Qué se siente al ser un fracaso?“: cómo la protagonista de ‘Showgirls’ superó la humillación y abrazó la película
- El Gobierno y Bildu acuerdan extender a 2026 la prohibición de desahuciar a personas vulnerables




























































