Todos los partidos de Cataluña salvo el PP acusan a Pizarro de anticatalán

Todos los partidos parlamentarios catalanes, excepto el PP, recordaron ayer públicamente la frustrada OPA de Gas Natural sobre Endesa y la frontal oposición a esa operación por parte del entonces presidente de la eléctrica, Manuel Pizarro, para acusarle de "anticatalanismo" y "catalanofobia". El Gobierno de la Generalitat, por boca de su portavoz, expresó su deseo de que Pizarro nunca llegue a ser ministro.

Junto a los dirigentes que recordaron el episodio de la OPA, otros rememoraron el gran apagón de finales de julio de 2007, que dejó a oscuras a Barcelona, en parte por culpa de Endesa. Y todos subrayaron la actitud "anticatalana" del próximo número dos del PP en la lista por Madrid.

El líder convergente, Artur Mas, definió a Pizarro como una persona que "no es de fiar" y que dificulta cualquier futuro entendimiento entre CiU y el PP, en caso de que los populares ganaran las elecciones del 9 de marzo. Esquerra Republicana, en palabras del diputado Joan Tardà, lamentó que Pizarro haya "azuzado la catalanofobia" desde la presidencia de la eléctrica que, dijo, consiguió gracias a su amistad con José María Aznar.

El ecosocialista Joan Herrera aplaudió el hecho de que, por fin, el empresario "haya destapado" sus intenciones políticas después de haber "jugado con ellas" durante todo el proceso de la OPA. Y la ministra de Vivienda, Carme Chacón, señaló que este fichaje significa "la guinda al pastel de la catalanofobia y el odio contra Cataluña" del PP.

El presidente de los empresarios, Gerardo Díaz Ferrán, valoró el salto de Pizarro a la política. "Me parece bien. Pizarro ha sido un magnífico gestor en la empresa privada y seguramente lo va a hacer muy bien en la política", subrayó el presidente de la CEOE en un almuerzo en el Club Siglo XXI. Preguntado si prefiere a Pizarro o a Solbes como ministro de Economía, respondió con diplomacia: "Yo confío en los españoles. Van a acertar con lo que elijan el 9 de marzo".

Pedro Solbes dio ayer a Pizarro un recibimiento cargado de ironía. El vicepresidente segundo del Gobierno afirmó que se trata de "una persona de calidad reconocida", pero a continuación le dio la bienvenida "porque pasa a hacer política con luz y taquígrafos, no como hasta ahora, entre bambalinas".