Luz verde del Consell a 70 PAI para edificar decenas de miles de pisos

La moratoria urbanística que el Consell impuso de hecho antes de las elecciones autonómicas se ha acabado. El consejero de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda, José Ramón García Antón, anunció ayer que su departamento aprobará a lo largo de este año 70 Proyectos de Actuación Integral (PAI), la mitad antes del verano, que permitirán la construcción de decenas de miles de viviendas. El Plan más importante que tendrá luz verde será el de Rabassa, que supone la construcción de 15.000 viviendas en 4,2 millones de metros cuadrados en la ciudad de Alicante. La política sandía -verde por fuera, roja por dentro- que impulsó Esteban González Pons en su época de consejero de Territorio ya es historia.

García Antón arremete contra la parcialidad de los informes hídricos

La Generalitat tiene una "prisa relativa" en aprobar el proyecto de Ortiz

El fin de la moratoria encubierta impulsada por el PP desde la Generalitat coincide con la crisis económica, la subida de los tipos de interés y el endurecimiento de las condiciones crediticias para conseguir una hipoteca con la que financiar la adquisición de viviendas. Pero los promotores llevaban mucho tiempo reclamando que se pusiera punto final a una política que añadía más problemas a los existentes. El Consell, además, no dispone de fondos propios suficientes para impulsar obra pública con la que ayudar a las constructoras a sobrellevar la crisis. García Antón recuperó ayer la política del ladrillo para intentar estimular una economía que ha tenido en la construcción su locomotora.

En noviembre pasado, la consejería tenía sobre la mesa 175 planes de reclasificación de suelo rústico que contemplaban la urbanización de 130 millones de metros cuadrados, los más importantes en Cullera, Albaida, Burriana, Benimuslem y Llutxent. El consejero autorizará la aprobación de la cuarta parte de estos planes en los próximos meses.

García Antón, se reunió ayer con el comité ejecutivo de Coepa, la patronal alicantina. El objetivo era tranquilizarles y darles varios mensajes nítidos. "Hemos eliminado la demonización de los campos de gol", dijo el consejero. "No hay nada en los cajones olvidados y seguimos trabajando".El consejero se empleó a fondo en defender su política, explicando que "sólo tenemos el 4% del territorio valenciano ocupado; eso es mucho menos que en otras regiones europeas". "Las cosas no están tan mal, pero vamos a proponer que se hagan mejor". Empresarios, presentes en la reunión, coincidieron en que el mensaje fue: "No hemos parado de trabajar y se va avanzar en la tramitación de PAI", dijo uno de ellos. "Nos ha venido a decir que no se ha perdido el tiempo, pero que todo requiere una serie de trámites", matizó otro.

García Antón arremetió contra las Confederaciones Hidrográficas por sus informes desfavorables en la tramitación de los PAI por la carencia de agua. "Son informes determinantes, importantes, pero no vinculantes", dijo para, a continuación, descalificarlos por su parcialidad: "Siempre se emiten en el mismo sentido". La Consejería tiene claro que una administración estatal no bloqueará proyecto alguno que reúna los requisitos adecuados. "Nosotros tenemos otros datos que garantizan el agua, el problema es que determinados estudios siempre dicen lo mismo", reiteró Antón en referencia a los sucesivos dictámenes contrarios a la construcción de las confederaciones del Júcar y del Segura.

Pero la política de recuperar el tiempo perdido para poder construir más se visualizará también en la tramitación del polémico Plan Parcial de Rabassa, en Alicante, que prevé la construcción de 15.000 viviendas en 4,2 millones de metros cuadrados. Según desveló ayer el consejero, será aprobado por la Generalitat antes del próximo mes de junio.

En estos momentos, la consejería ha enviado al promotor y al Ayuntamiento de Alicante su propuesta para proteger las lagunas de Rabassa, y ahora deberán pronunciarse antes de su aprobación por parte de la comisión territorial de Urbanismo en Alicante. El Consell tiene "prisa relativa" para su aceptación, según manifestó el consejero quien admitió que en estos momentos la Generalitat ultima los trámites definitivos para resolver su aprobación y mostró su confianza en que esto se produzca en un plazo "relativamente corto". En este sentido, García Antón añadió que todos estos trámites necesitan un tiempo, "pero eso da la garantía de que se pueda hacer bien". El consejero argumentó las prisas en la tramitación del Plan Rabassa y en otros proyectos urbanísticos en la "necesidad de habilitar" viviendas de protección oficial. La demanda de vivienda de renta libre ha caído en picado y las viviendas protegidas copan el mercado de las nuevas adquisiciones.

García Antón subrayó que la Generalitat tiene "prisa relativa" para aprobar el proyecto urbanístico de Rabassa, ya que contempla la construcción de viviendas de protección oficial -entre 8.000 y 9.000, según reza en la propuesta inicial-, lo que facilitará el acceso a la vivienda. El consejero explicó que, una vez aprobado el proyecto, se deberá de realizar, entre otras cosas, la reparcelación con los propietarios de los terrenos y aprobar definitivamente el proyecto de urbanización.

Los promotores mostraron a final del año pasado su nerviosismo porque tenían cerca de 25.000 nuevas segundas residencias pendientes de construcción y de la autorización de los proyectos correspondientes.

García Antón desplegó luego un discurso sobre la política territorial que se ha venido diseñando en la provincia de Alicante. Alabó el potencial económico y demográfico del área del triángulo Alicante-Elche-Santa Pola y aseguró que más del 80% de las actuaciones previstas en el Plan de Acción Territorial del Entorno Metropolitano de Alicante y Elche (Patemae) están terminadas. En su opinión, la obra más importante de comunicación contemplada en el Patemae es la segunda circunvalación de Alicante.