Un juez de Pamplona ordena la detención del ex director de Sondika por no comparecer
Un juez de Pamplona ha ordenado la detención del ex director del aeropuerto de Bilbao, Segismundo López-Santacruz, por negarse a declarar ante el juzgado. Éste es la tercera causa en la que está envuelto el que fuera director del aeródromo bilbaíno entre 1997 y 2001: en junio fue condenado por la Audiencia de Vizcaya a nueve años de cárcel por varios delitos como malversación y cohecho (un fallo confirmado por el Tribunal Superior vasco el mes pasado) durante su gestión en el aeropuerto y está investigado por un juzgado de Getxo debido a un presunto delito de alzamiento de bienes.
La causa de Pamplona se debe a la falsificación de un documento de compraventa de un piso en la capital navarra. Durante las diligencias de la causa que supuso su condena a nueve años, esgrimió que parte del casi un millón de euros que estaba sin justificar en sus cuentas bancarias y las de su familia procedían de la venta de pisos. Entre ellos, aportó un documento en el que aseguraba haber vendido una vivienda en Pamplona por 336.000 euros, cuando un contrato anterior reducía la cifra a 186.000. El jurado que le condenó consideró probado que hubo una falsificación, al haber escaneado su firma, como certificó un perito caligráfico.
Desde hace un año, esta presunta falsificación, en la que también está imputada su esposa Laura Hernández, es investigada por el Juzgado de Instrucción número 2 de Pamplona. Hace más de tres meses, el magistrado José Antonio Izuel envió una providencia al juez decano de Sevilla (donde reside el matrimonio) para que tomara declaración a ambos, tras intentar su citación "hasta en tres ocasiones y por dos juzgados distintos de Sevilla". El juez pedía que se les citara a través de la Policía Municipal de Bormujos.
Pero este ultimátum no ha sido cumplido por los imputados y el pasado día 9 el magistrado emitió otra providencia en la que pide a la Policía a que proceda "a la detención y puesta a disposición judicial" de López-Santacruz y su esposa.
El que fuera director del aeropuerto bilbaíno cometió, según la sentencia de la Audiencia, fraude en certificaciones de obra y pagos por trabajos que no llegaron a realizarse durante la construcción de la nueva terminal en Loiu a finales de la década pasada, que reemplazó a la ubicada en Sondika. Ello le supuso el cobró de al menos 948.000 euros en comisiones. Además, simuló el arrendamiento de una vivienda que estaba a nombre de su madre y cuyo alquiler, pagado por AENA (el ente público que gestiona los aeropuertos) le sirvió para comprar dos pisos en Getxo.
La sentencia, que imponía además una condena de dos años de cárcel para su esposa por receptación (aprovecharse de un dinero de procedencia ilícita), obligaba a ambos a hacer frente a más de 3,6 millones de euros por multas e indemnizaciones, a lo que se suman las costas del proceso (que deben pagar casi en su totalidad) y que rondarían los 400.000 euros.
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