Iglesia e indiferencia

Dice Juan Luis Cebrián en su artículo El honor de Dios que agradece a Rouco que haya sacado a las masas a la calle porque hacía falta este debate. Yo soy de los que opinan que este debate ya lo conocemos de sobra y que por desgracia en este asunto el debate está bastante trillado y lo que hace falta es menos debate y más coherencia por parte del Gobierno socialista, como ha puesto en evidencia el propio periódico EL PAÍS en números recientes informándonos a los ciudadanos de que con este Gobierno la Iglesia ha conseguido más que con ningún otro.

Hace poco, el Vaticano nombró a tres cardenales españoles y nos enteramos de que los representantes gubernamentales tanto del centro como de la periferia poco menos que se peleaban por el lugar que les correspondía cuando viajaron a Roma. A mí me parece bien lo que hace la Iglesia, es su problema, para eso tenemos democracia, para poner en evidencia a los que no se lo creen mientras la ejercen, y si yo fuera de los que estuvieron en Madrid en la famosa manifestación, estaría encantado con la repercusión que este acto ha tenido en los medios de comunicación. Pero como no estuve en esa manifestación tengo que reconocer que hace tiempo lo que se me está atragantando es la incoherencia del Gobierno socialista que no acaba de hacer lo que le corresponde ante estos actos y proclamas: indiferencia. A mí me lo enseñaron ellos, los curas: lo que más fastidia a la Iglesia es la indiferencia. Es una lección que no he olvidado.