Leonel Moura abre la primera galería de arte para robots
El precio de las pinturas, realizadas por los robots ISU, RAP y TARA, oscilan entre los 3.000 y los 20.000 euros, según sean piezas únicas o múltiples
ISU es un pequeño robot, creado por el portugués Leonel Moura. Aunque se parece más a un camión que a un poeta visual, ISU es capaz de realizar composiciones pictóricas basadas en las palabras, gracias a un sistema de sensores, que le permite crear sus obras en base a la información que recoge en su entorno, de modo que jamás hace dos iguales.
Su nombre le viene de Isidore Isou, el creador del letrismo, un movimiento que auspiciaba el uso de las letras como base de una nueva forma de arte. Como cualquier artista que se precie, ISU tiene una galería de arte que le representa, la Leonel Moura Art, que ha abierto sus puertas en Lisboa. Allí es posible comprar las obras de ISU, y al propio ISU. Lo mismo sucede con otras creaciones, como los robots pintores RAP y TARA, creados para el Museo de Historia Natural de Nueva York y el museo Ciência Viva de Lisboa. El precio de las pinturas va de 3.000 a 20.000 euros, según sean piezas únicas o múltiples, o su dimensión.
"No me interesa la robótica antropomórfica; concibo los robots como una especie nueva con su autonomía y capacidad de decisión. TARA, como ISU o RAP, crea obras originales, decide cuándo están acabadas y sabe firmarlas, pero además interactúa con el público. Los visitantes pueden modificar algunos parámetros del algoritmo, cambiando el color, la dimensión o la dirección de los signos.
El zoobótico
"La información es recibida por el robot en tiempo real, de modo que se pueden observar de inmediato los cambios de comportamiento", explica Moura.
En verano, Moura inauguró el primer zoo robótico, Robotarium X, cerca de Lisboa. Allí medio centenar de robots de 14 especies viven en una estructura poliédrica de acero y cristal, instalada en un jardín público. Esto no significa que haya siempre actividad, ya que la mayoría de ejemplares funciona con energía fotovoltaica.
Algunos especímenes evocan especies reales -como los desgarbados techmuris, parecidos a ratones, y los filiformes araneax, símiles a arañas-, pero la mayoría de ejemplares del Robotarium tienen su propia morfología y su programación autónoma y original. Casi todos pueden desplazarse y evitar obstáculos, aunque los hay más o menos ágiles, como los pesados reptumpacatus, que pasan la mayor parte del tiempo acumulando energía para conseguir moverse. Los cursovigilos, los vigilantes del zoo, siguen con su cabeza a los que se acercan al cristal.
GALERÍA: www.leonelmoura.com ROBOTARIUM: www.leonelmoura.com/ robotarium.html
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