El consorte era el hombre borrado
Una cicerone resuelve en las Calatravas un enigma secular
Las piedras son testigos de enigmas que un día, fortuitamente, son desvelados. Es el caso de una efigie hasta hoy desconocida, borrada hace 150 años del tímpano de uno de los templos católicos más céntricos de Madrid, la iglesia de las Calatravas, en plena calle de Alcalá. El hueco que ocupaba llamó la atención de Carmen Rodríguez Peña, cicerone artística, que dirige excursiones por el casco histórico de Madrid. Sobre una de las dos puertas exteriores del templo todo paseante puede hoy comprobarlo: un gran vacío en blanco muestra su oquedad a un lado de una escena sacra, pintada al temple en 1853. A la derecha del espacio vano del tímpano semicircular, una Virgen María con un Niño Jesús en su regazo y flanqueada por ángeles alados mira hacia el lado vacío de la escena. Sólo se ve algo similar a un pequeño lienzo o pergamino con unas aspas. ¿Quién se hallaba a su vera? ¿Y qué mostraba a la imagen de la Virgen María?
El esposo de Isabel II despertaba gran rencor entre el pueblo de Madrid
Fueron las dos preguntas que Rodríguez quiso responder. Como prepara sus sesiones con minuciosidad, decidió documentarse: "En la biblioteca pública Joaquín Leguina, de la Comunidad de Madrid, en un libro de José María Eguren editado en 1858, descubrí que el personaje que figuraba en el tímpano era Francisco de Asís de Borbón, esposo y consorte de la reina Isabel II", explica. "Poco después, en Iglesias de Madrid, del historiador del Arte Elías Tormo, hallé una cita que me acercaba a la solución del enigma", añade: "Tormo escribió que el templo de las Calatravas 'se vio amenazadísimo durante la revolución de 1868', llamada Gloriosa, a causa del rencor popular que despertaba el Rey consorte". La amenaza tuvo que ver con el hecho de que fuera Francisco de Asís de Borbón quien financiara, mediado el siglo XIX, la restauración de la céntrica iglesia, sede de la orden militar de Calatrava. Por ello fue borrada su efigie, no la de la Virgen María.
Un libelo ilustrado, denominado Los Borbones en pelota, atribuido al pintor Valeriano Bécquer, hermano del poeta, atribuía al consorte todo tipo de malevolencias. El monarca había encomendado al arquitecto Juan de Madrazo el remozamiento del templo, edificado en el último tercio del siglo XVII con trazas de fray Lorenzo de San Nicolás. El caso es que Madrazo restauró la iglesia de las Calatravas con ornamentación renacentista, y encargó a su sobrino Luis de Madrazo la decoración de los dos tímpanos que dan a la calle de Alcalá. El que muestra el hueco faltante era de estilo típicamente quatroccentista. "Según la descripción de Eguren, Francisco de Asís de Borbón, arrodillado a la vera de la Virgen María, le mostraba los planos de la iglesia", explica Carmen Rodríguez.
Esas mismas trazas que ideara fray Lorenzo aparecieron hace un par de años en una de las capillas de las Calatravas y pudieron visitarse hasta que comenzaron una nueva serie de restauraciones. La fachada ha sido restaurada salvo, precisamente, los dos tímpanos, de uno de los cuales Francisco de Asís desapareció, borrado a manos de sus adversarios jurados. Ahora José Miguel Rueda, el arquitecto que dirige la última restauración, se propone reponer en un plano sobrealzado la efigie del desventurado donante consorte.
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