El año 2007 fue el más seco de la última década en Cataluña
Las lluvias del mes de diciembre no han contribuido a aliviar la crítica situación de los embalses de las cuencas internas de Cataluña, que se encuentran al 26,4% de su capacidad. El año 2007 se ha cerrado con el peor registro de precipitaciones de la última década, una escasez pluviométrica que ha obligado a activar la situación de excepcionalidad en las cuencas de los ríos Ter, Muga y Llobregat, con las restricciones en el consumo de agua que ello comporta.
Y es que las ansiadas precipitaciones del mes de diciembre no han contribuido a la recuperación de los pantanos, pues las lluvias se concentraron en áreas del litoral y el prelitoral de Girona y Tarragona, de manera que al no llover en las cabeceras y en las cuencas altas de los ríos las aportaciones a los embalses fueron mínimas.
Pese a la existencia de reservas de nieve en las cuencas catalanas del Ebro, la situación de los embalses a inicios de año es la esperada, según las previsiones más pesimistas realizadas en los últimos dos meses.
De acuerdo con las previsiones de la Agencia Catalana del Agua (ACA), en el sistema Ter-Llobregat, que abastece al área metropolitana de Barcelona, la entrada en situación de emergencia, que prevé cortes de agua en el suministro domiciliario, no se produciría hasta finales de marzo o inicios de abril, en el peor de los escenarios posibles; es decir, en aquellos en los que la ausencia de lluvias generosas persistiera.
En cualquier caso, la previsión de la ACA es que las obras y actuaciones que se han activado para afrontar la sequía permitan retrasar la posibilidad de entrada en el escenario de emergencia hasta finales de mayo o inicios de junio.
Las lluvias previstas a partir de hoy tampoco contribuirán a aliviar la situación por su dispersión y escasez, pero sí lo pueden hacer las anunciadas para mediados de este mismo mes.
